Este lunes, el Administrador Diocesano de Concepción se reunió con el presidente del Sindicato Nº1 de Trabajadores de la Compañía Siderúrgica Huachipato y la Delegada Episcopal para la Pastoral Social en las dependencias del Arzobispado.
El encuentro ocurre debido a la crisis generada tras el anuncio de la suspensión indefinida de la actividad siderúrgica de la compañía.
Los miembros del Sindicato se hicieron presentes con lienzos en el frontis de la Catedral durante la celebración de Domingo de Ramos, instancia en que Monseñor Bernardo Álvarez les dio su bendición y, en su homilía, hizo mención de la situación que viven, de acuerdo a lo informado por la Iglesia de Concepción.
Al respecto, el Administrador afirmó que “es muy pertinente en el marco de esta Semana Santa 2024, pues sabemos bien que el misterio del Verbo encarnado, la Muerte y Resurrección del Señor, también nos hace hermanos del drama humano, cualquiera que este sea”.
“Pienso, en particular, en que los más de 20 mil despidos que pudieran existir a raíz del cierre de Huachipato, serían un drama humano para nuestra Región del Biobío. Por tanto, queremos hacernos parte de esto y, en esta reunión, más que nada hemos brindado nuestro apoyo, nuestra atención a los sindicatos y a la empresa”.
Presidente del sindicato por reunión con Iglesia: “Ha sido muy esperanzadora”
El presidente del Sindicato, Héctor Medina, comentó que “ha sido una reunión muy esperanzadora, una reunión que tiene un sentido cristiano para nosotros los trabajadores”.
Además, valoró que el Administrador Diocesano los haya convocado y les haya manifestado su solidaridad.
“Él quería saber cuál era la situación que estamos viviendo, aún conociéndola a cabalidad, quería vernos y organizar un trabajo en conjunto la próxima semana”, destacó.
Por su parte, la Delegada Episcopal, Gabriela Gutiérrez, señaló que la crisis que está viviendo la empresa afecta a los trabajadores y a muchos otros que son parte de la cadena productiva de la misma.
“Esta reunión es un signo como Iglesia, que siempre está llamada a estar pendiente y preocupada de las necesidades de las personas, sobre todo de las personas que están pasando dificultad“, expresó.
Finalmente, se acordó una segunda reunión el miércoles 3 de abril, “como una forma de poder escuchar, dialogar y ponernos como Iglesia a disposición de los que hoy día están viviendo los trabajadores, las familias y la empresa”.