El Arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí, se mostró indignado de que las reparticiones del Gobierno no se pongan de acuerdo en la Ley y obliguen a cerrar una hospedería que alojó por 8 años a personas en situación de calle en Concepción.

Con indignación reaccionó el actual Arzobispo de Santiago y ex Arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí, al cierre de la Hospedería Esteban Gumucio que alojó por 8 años a personas en situación de calle en Concepción, región del Bío Bío.

En específico, el motivo fue que la Seremi de Desarrollo Social lo dejó afuera del programa de Noche Digna por la falta de un documento que acredite que están inscritos en el Ministerio de Justicia.

Sin embrago, desde Justicia -a través de un correo-, la jefa de la Unidad de Entidades Religiosas del Departamento de Personas de la Subsecretaría, respondió que la fundación es una entidad constituida canónicamente según la propia norma de la Iglesia Católica y en consecuencia no deben registrarse en el registro a cargo del Ministerio de Justicia, refutando lo que decía la otra repartición del Gobierno.

Iglesia Católica por cierre de hospedería
Cedida

Indignación de Fernando Chomalí por cierre de hospedería

Así las cosas, el Arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí, quien es fundador de la hospedería y presidente de la Conferencia Episcopal, dijo que están indignados con que el mismo Gobierno no se ponga de acuerdo en los documentos que piden y que eso provoque el cierre de un hogar.

Lamento transversal

Por su parte, el gobernador Regional, Rodrigo Díaz, respaldó a la fundación y llamó que el ministerio resuelva rápido la situación.

Desde el Gobierno, la delegada Presidencial, Daniela Dresdner, señaló que jamás han tenido un problema con las fundaciones de la Iglesia Católica, pero insistió en que el motivo fue que no presentaron un documento que estaba en la base del concurso.

En tanto, hay un recurso de reposición y protección en curso presentado por la Fundación Novo Millennio y la Vicaría de Pastoral Social del Arzobispado de Concepción, para que se anule y paralice el proceso.