En un giro inesperado, el Juzgado de Garantía de Concepción dejó sin efecto la prisión preventiva que pesaba sobre Celso Jiménez, acusado de la confección e instalación de artefactos explosivos que detonaron el pasado 10 de noviembre en los principales centros comerciales del Gran Concepción.
La decisión, tomada por el Juez de Garantía, Juan Pinochet, se basó en detallados informes médicos presentados por la Defensoría Penal Pública (DPP). Estos documentos describen un historial de bipolaridad, episodios maníacos y delirio mesiánico en el comportamiento de Jiménez, factores que resultaron determinantes para la suspensión de la medida.
Como consecuencia de estos informes, la Justicia ordenó no solo la suspensión de la investigación por parte de la Fiscalía, sino también la internación de Jiménez en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Regional de Concepción.
Esta resolución recibió la oposición por parte del abogado de la Delegación Presidencial y los abogados del Mall Plaza, querellantes en el caso, quienes vieron sus objeciones desestimadas.
Con la internación de Jiménez y la suspensión de la investigación, el caso permanece en un estado de incertidumbre. La investigación podría reanudarse si surgen nuevos antecedentes que así lo ameriten.
Este caso pone de relieve la importancia de considerar la salud mental en el proceso judicial y plantea interrogantes sobre cómo se manejarán situaciones similares en el futuro. En tanto, por ahora, Celso Jiménez no enfrentará a la justicia.