El instrumento de planificación reforzó énfasis en la felicidad de las personas a través de una mejor calidad de vida, promoviendo un desarrollo sostenible con foco en la innovación y la articulación con las universidades.

Cuando se oficializó la Estrategia Regional de Desarrollo 2015-2030, difícilmente se pudo prever lo que ocurriría en los años siguientes, como la separación de Ñuble, el estallido social, la pandemia o el acelerado avance de los efectos del cambio climático.

Bajo esta nueva realidad regional, se desarrolló el proyecto FIC “Mira Biobío, Monitoreo Experto, Innovador y Múltiple a la ERD”, que fue liderado por la División de Planificación y Desarrollo del Gore y ejecutado por un equipo académico de la Universidad de Concepción.

Tras dos años de trabajo, numerosos encuentros participativos, técnicos, sectoriales, territoriales y esfuerzos por sistematizar, reestructurar y afinar la principal carta de navegación de Bío Bío, finalmente el Consejo Regional aprobó por 25 votos contra 2 el Ajuste de la Estrategia para adecuarla a los nuevos desafíos regionales.

En palabras del gobernador regional, Rodrigo Díaz, lo que se buscó fue reforzar en el instrumento de planificación “con un foco claro en la felicidad de las personas a través de iniciativas que apunten mejorar la calidad de vida de los habitantes, promoviendo un desarrollo sostenible a través de la innovación”.

Rectores del Bío Bío y su perspectiva sobre la Estrategia Regional de Desarrollo

El proceso fue seguido con especial interés desde la academia, pues, según el rector de la Universidad de Concepción (UdeC), Carlos Saavedra, “las universidades juegan un rol clave desde su gestión del conocimiento, la investigación, la innovación y la formación de capital humano, articulando soluciones con la empresa y el sector público, desde el paradigma de la colaboración”.

“Para nosotros resulta significativo haber contribuido a través de nuestros académicos a este ajuste participativo y multidimensional de la Estrategia Regional, que pone en el centro a las personas, teniendo como principal objetivo mejorar la calidad de vida de los habitantes”, comentó la autoridad de la UdeC.

En tanto, su par de la Universidad del Bío-Bío (UBB), el rector Benito Umaña, también valoró el ajuste a la ERD. “Cuando en la UBB desarrollamos el proyecto inicial de la Estrategia, Ñuble era parte de la región del Bío Bío y no había gobernadores regionales elegidos”, comentó.

“En este tiempo, además de la pandemia, han cobrado fuerza el cambio climático, la identidad regional, el déficit habitacional y la calidad de vida. Por tanto, es sumamente valorable esta actualización, hecha con una mirada participativa y multidisciplinaria”, subrayó Umaña.

Por su parte, el rector de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), Cristhian Mellado, destacó “la importancia de contar con una estrategia de desarrollo actualizada para que las universidades puedan poner a disposición de la región sus capacidades para el fortalecimiento de la investigación aplicada, la innovación y el fomento del emprendimiento”.

Integrantes del proyecto valoran los resultados

El decano de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía Faug UdeC, Dr. Leonel Pérez, enfatizó la importancia de la colaboración técnica desde la academia en lo relativo a diseño espacial y gestión de los territorios, además de interacciones y diálogos con organizaciones de la sociedad civil.

“Un objetivo relevante del Plan Estratégico de la Faug es construir una vinculación efectiva con los territorios para aumentar la colaboración y sinergia entre el conocimiento académico y la experiencia espacial de los mismos”, valoró.

Mabel Alarcón, académica FAUG UdeC y directora del proyecto, sostuvo que “hay una apuesta muy importante de esta estrategia regional por llevarnos hacia una forma de vida con calidad, que considere la sostenibilidad como un eje central y también a los valores históricos, patrimoniales y todo lo que tiene que ver con la diversidad económica de una región como la nuestra”.

La directora de Creasur UdeC, Violeta Montero, catalogó el proyecto como “un hito importante”, ya que con esto se avanzará en la definición de una plataforma de seguimiento y monitoreo de la ERD.

“Es necesario asegurar la revisión y análisis continuo de los indicadores que dan cuenta del avance y cumplimiento de los objetivos y lineamientos estratégicos de la región, tarea que nos interesa y compromete como equipos universitarios”, precisa.

Por último, Blas Araneda, jefe de la Diplade del Gobierno Regional, valora cómo la propuesta se hace cargo del desafío de un desarrollo sustentable y de la adaptación frente al cambio climático.

“Este ajuste pone en el centro la calidad de vida de las personas sobre la base del desarrollo económico sostenible que incorpora la ciencia y la tecnología; que genera empleo y que pone en valor nuestra riqueza natural, cuidando nuestros espacios, haciendo una gestión responsable de nuestros recursos naturales y fomentando la economía circular”, concluye.