Apoderados de la Escuela Villa Centinela Sur de Talcahuano mostraron su indignación ante una intervención que afectó a sus hijos dentro del recinto escolar.
Este miércoles, llegaron con pancartas hasta las afueras del colegio para pedir explicaciones a los directivos. Si bien circularon diferentes versiones, ¿qué fue lo que realmente ocurrió?
Todo se remonta al martes, cuando profesionales médicos de un Centro Comunitario de Salud Familiar (Cecosf) del sector arribaron a la escuela para aplicar la denominada ficha CLAP a alumnos de quinto básico.
De acuerdo al Ministerio de Salud, esta herramienta se utiliza para monitorear la historia clínica de los adolescentes entre 10 y 19 años.
Su aplicación mide aspectos como familia, vida social, hábitos, consumos, antecedentes gineco-urológicos, sexualidad y situación psicoemocional. Para ello, se realizan cuestionarios y exámenes físicos.
Este tipo de procedimientos requieren la aprobación de los apoderados, por lo que los colegios deben enviar un documento de consentimiento informado.
¿Se realizó este paso? No. En ese sentido, los padres de los niños sólo se enteraron de esta actividad a través de sus propios hijos, ya que nunca se les entregó la respectiva circular para que firmaran.
Es decir, no sabían ni autorizaron que se les hicieran exámenes o preguntas a los pequeños.
Talcahuano: la indignación de los apoderados
Como no se les comunicó oficialmente, los apoderados denunciaron que se realizó una presunta “charla sexual” a los estudiantes.
De acuerdo a los relatos de sus hijos, les sacaron la ropa, les hicieron tocaciones, les preguntaron cuestiones íntimas y hasta les mostraron contenido para adultos.
“Los hicieron entrar de a uno y se demoraron harto rato con cada uno. A mi hijo lo hicieron agacharse, le tocaron el pene, el trasero y le mostraron fotos de adulto”, señaló una de las apoderadas.
Otro de los padres aseguró que “a mi hijo le hicieron preguntas obscenas, de qué porte tenía su miembro, si los papás tenían relaciones o si le había salido líquido. Ni yo le digo eso a mi hijo”.
Producto de estos hechos, algunos apoderados presentaron denuncias por abuso sexual ante la Policía de Investigaciones.
Cuando la actividad se hizo pública, desde el municipio de Talcahuano aclararon que no se trató de una charla, sino de un procedimiento médico vinculado al Ministerio de Salud.
“Se va a separar a los funcionarios cuestionados de este procedimiento médico”, señaló el alcalde Henry Campos, lo que finalmente se concretó este jueves.
En conversación con el matinal Contigo en la Mañana de Chilevisión, el jefe comunal confirmó la suspensión del médico a cargo del procedimiento y de la directora de la Escuela Villa Centinela Sur de Talcahuano.
Procedimiento se sumará a acusación contra Ávila
La primera voz del Gobierno en reaccionar a este suceso fue la seremi de Educación del Bío Bío, Elizabeth Chávez, quien instruyó a la Superintendencia de Educación para que fiscalice al colegio.
“Condenamos el hecho tajantemente”, dijo la autoridad, agregando que ningún niño puede ser desnudado al interior de un establecimiento educacional.
A pesar de ello, la oposición adelantó que incluirá este caso en la acusación constitucional en contra del ministro de Educación, Marco Antonio Ávila.
“Que se sigan dando situaciones como esta, donde niños se ven afectados en su indemnidad sexual, no puede continuar”, sostuvo el diputado Diego Schalper (RN).
Sin embargo, cabe precisar que la aplicación de la ficha CLAP no depende del Ministerio de Educación, sino de la Salud Municipal y la Atención Primaria de Salud.
Incluso, el alcalde de Talcahuano, militante de la UDI, criticó a su coalición por vincular a Ávila con el operativo médico. “Me parece un despropósito, creo que no corresponde”, expresó Henry Campos.
Por su parte, el secretario de Estado indicó que “las denuncias de apoderados y estudiantes de Talcahuano son gravísimas y constitutivas de delito”.
De todas formas, no se refirió al libelo acusatorio que lo pondrá en el ojo de la Cámara de Diputados, ya que “no existe todavía”.