En medio de la tragedia que se vive por la emergencia de los incendios forestales en la zona centro sur del país, se registra una situación que representa un riesgo sanitario y tiene que ver con los animales que murieron a causa del fuego y que aún no han sido retirados.
Tras un recorrido de Radio Bío Bío en San Juana, se constató que varios damnificados, mientras realizan labores de limpieza de las zonas consumidas con las llamas, conviven con animales calcinados.
La otra cara de los incendios: la muerte de animales
Así lo relató a La Radio una mujer del sector de Curalí, que tenía cerdos y gallinas: “Hay un riesgo sanitario, yo estoy tragando puro humo de los animales”, lamentó la mujer, quien además aseveró que tampoco cuentan con agua para consumo.
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Compleja realidad a la que también se refirió la alcaldesa de Santa Juana, Ana Albornoz: “La situación sanitaria es compleja, nosotros sabíamos desde el día uno que íbamos a tener un problema con el tema de los animales fallecidos y el rescate de animales”.
A modo de ejemplo, la alcaldesa relató el caso de la vecina que se niega a salir de su casa y está rodeada de 60 cerdos quemados.
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En ese contexto, mediante un oficio, la alcaldesa pidió al Jefe de le Defensa Nacional en la región del Bío Bío crear un albergue para animales que están sueltos y heridos.
Respecto a los animales muertos, indicó que pidieron apoyo a las empresas forestales para que los ayuden con los entierros. Con eso buscan reducir al máximo el surgimiento de enfermedades y una crisis sanitaria.
Susan Angulo, técnico veterinaria encargada de la Oficina Municipal de Zoonosis, afirmó que este miércoles se desplegarán con maquinaria para enterrar a animales en las rurales. Además se entregará cal a los vecinos para que hagan lo propio con los de menor tamaño.
Protocolo del SAG
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) cuenta con un protocolo de disposición de animales muertos por emergencias.
En el documento se establece que el entierro de los cadáveres de animales se debe hacer lo antes posible. De retrasarse, los cuerpos deben ser rociados con un producto repelente para evitar la presencia de insectos, aves y animales carroñeros.
En casos que se requiera el traslado, durante el tiempo de espera deben permanecer fuera del predio afectado. El traslado debe realizarse en contenedores que impidan el escurrimiento de líquidos y los vehículos deben ser posteriormente lavados y desinfectados.
El director (s) del SAG, Roberto Ferrada, añadió que los entierros se deben hacer en zonas alejadas al menos en 50 metros de cuerpos de aguas y 250 metros distantes de los puntos de captación de agua para el consumo humano.
“Los propietarios son los encargados de hacerse cargo de esos temas, pero hay una coordinación con las municipales”, indicó y afirmó que las casas edilicias han contratado veterinarios para apoyar esas labores, principalmente en las zonas rurales.
También llamó a los conductores a evitar atropellar a animales que están arrancando del fuego.
Revisa a continuación el protocolo íntegramente: