La justicia decidió rechazar la petición de la defensa de Maximiliano López Hahn, formalizado en el caso del homicidio del DJ Diego Herrera, para cambiar la medida cautelar de prisión preventiva contra el imputado.

Eso porque al cumplir seis meses privado de libertad se pidió – sin éxito – pasar a arresto domiciliario total, invocando una posible imputabilidad disminuida que rebajaría la eventual sanción que pudiera dictarse por un tribunal oral.

El argumento, sustentado por informes psiquiátricos, fue desechado por el Juzgado de Garantía de Concepción al acoger los alegatos del fiscal Andrés Barahona.

Este insistió en que hasta ahora estaría clara la responsabilidad del imputado en el crimen de Diego Herrera, la forma en que ocurrieron los hechos y que, por lo tanto, su libertad representa un peligro para la sociedad.

A pesar del revés el abogado defensor privado, Hans Laurie, se manifestó optimista por haber planteado ante el tribunal la colaboración de su cliente, aspecto que debería ser una atenuante en el juicio que pareció dar por sentado como vía para zanjar el futuro de Maximiliano López.

El padre del imputado, Felipe López, insistió en que su hijo actuó en defensa propia al enfrentar no solo a la víctima sino a un grupo de amigos, todos según él drogados y ebrios.

Para la madre de Diego, Verónica Chamorro, la resolución era la que esperaban, insistiendo en que una persona antisocial no puede ser dejada en libertad.

A la audiencia en el Juzgado de Garantía asistió, además de los padres del victimario y la familia del DJ asesinado, amigos de Diego Herrera, quienes esperaron a la salida del carro de Gendarmería que regresó a Maximiliano López a la cárcel.