Enel Chile prepara un gran evento para el próximo viernes 30 de septiembre, día en que se apagará la central Bocamina 2, casi dos décadas antes de lo previsto, lo cual convertirá a la compañía en la primera en cerrar todas sus plantas a carbón en el país.

Sin duda un hito en el proceso de descarbonización, pero que debió aplazarse cuatro meses, luego que el propio gobierno pidiera a Enel postergar la salida de la central debido al complejo escenario de abastecimiento eléctrico en invierno en Chile.

A poco más de una semana de que esto ocurra, los trabajadores de la planta siguen en conversaciones para definir su futuro.

En el caso del sindicato de ingenieros y profesionales de Enel, su presidente, Mauricio Ramírez, indicó que 36 personas de un total de 56 han aceptado lo que se les ofreció, tomando nuevos cargos y responsabilidades, en un proceso que calificó de positivo en general.

Por parte de los trabajadores subcontratados, varias empresas de servicio ya se han retirado de la faena y otras lo harán precisamente el 30 de septiembre.

Iván Cáceres, vocero de los contratistas que en abril pasado estuvieron en huelga, dijo que varios analizan iniciar algún negocio, y que un mínimo de la dotación permanecerá hasta fin de año.

El alcalde de Coronel, Boris Chamorro, señaló que la clausura de la central marcará el cierre de un ciclo y advirtió que la empresa deja una gran deuda en la comuna, tanto en materia habitacional como a la ciudad en su conjunto.

A través del Ministerio de Energía, el municipio ha planteado a Enel que se debe hacer un trabajo de mantención y protección del recinto, evitando que se transforme en foco delictual o de inseguridad.

Desde Enel no se ha confirmado qué es lo que pasará con las instalaciones de su complejo termoeléctrico. Lo único claro es que la desconexión de Bocamina 2 es definitiva, al igual que ocurrió el 31 de diciembre pasado con Bocamina 1, que operaba desde 1970.