La concesionaria Food Court y los locatarios de la Galería Alessandri en el centro de Concepción, preparan un nuevo proyecto de remodelación del centro comercial, que esperan presentar pronto a la ministra de Bienes Nacionales.
La idea es llegar a una conciliación, luego que la Contraloría dejara sin efecto el término de la concesión y estableciera la conformación de un tribunal arbitral que dirima el futuro de la iniciativa.
Ocho meses han pasado desde que la Contraloría General de la República anuló un decreto del Gobierno que había terminado de forma adelantada con la concesión de la Galería Alessandri, argumentando que Bienes Nacionales erró al dictar la resolución sin acudir a un Tribunal Arbitral.
No ha habido novedades sobre la conformación o funcionamiento de este tribunal arbitral, pero en mayo pasado la ministra, Javiera Toro, recibió a los locatarios de la galería, a la concesionaria y el fondo de inversión que están implicados en el proyecto de remodelación.
Marcos Garrido, presidente de la asociación que agrupa a 70 pequeños comerciantes, dijo que la secretaria de Estado se mostró abierta a conocer una propuesta, ya que la cartera que dirige y que es propietaria de la galería, no cuenta con los recursos para su renovación, algo que aseguró, es urgente.
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Los inversionistas trabajan actualmente en una nueva propuesta arquitectónica, donde los locales serían el corazón del proyecto y que ha debido adaptarse entre otras cosas al nuevo plan regulador de Concepción.
Verónica Gatíca, presidenta de Food Court y gestora del proyecto, coincide en que la actual ministra se mostró abierta a recibir una propuesta y que pronto deberían reunirse nuevamente, en la idea de buscar una conciliación previa al tribunal arbitral.
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Los planes de remodelación de esta tradicional galería con seis décadas de historia comenzaron el 2011, pero a cada cambio de gobierno se modificaron las condiciones, sin mayores avances en la concesión.
El proyecto original consideraba tres niveles en la galería, un total de 27 mil metros cuadrados construidos, y un edificio de 22 pisos para arriendo de oficinas y departamentos, que ya no se podrá levantar, pues el nuevo plan regulador estableció una altura máxima de cinco pisos en el centro de la ciudad.