Como un blindaje de la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) es calificado el traslado de los gerentes Álvaro Hillerns y Edmundo Piraíno a otros cargos, a pesar de estar acusados y ad portas de enfrentar un juicio por delitos medioambientales.

Debido a lo anterior, el abogado de las víctimas de Quintero, Punchuncaví y Ventanas aseguró que el Gobierno debe dar explicaciones.

Luego de conocer los cambios en la estructura ejecutiva de la Enap, el abogado Remberto Valdés, representante de las víctimas de la contaminación en el cordón industrial de Valparaíso, cuestionó en duros términos el traslado de los exgerentes acusados en el caso Crudo Iraní.

Se trata de Álvaro Hillerns y Edmundo Piraíno, dos de los seis empleados de Enap imputados, que pasaron de las gerencias de las refinerías de Concón y Bío Bío, a la jefatura en proyectos de sostenibilidad, un ascenso que para Valdés es una pésima señal.

Para el abogado, la decisión de sacar a Hillerns y Piraíno de las gerencias y trasladarlos a la dirección de proyectos es un blindaje que la empresa estatal diseñó ante el inminente inicio del juicio, algo que – a su juicio- el Gobierno debe explicar.

Desde Enap se han excusado de no comentar críticas como esta, precisando extraoficialmente que los exgerentes si bien asumirán cargos de director, no lo serán en el principal directorio de la empresa.