El sector de la construcción enfrenta un momento crítico debido al alza del costo de los insumos, que supera por mucho la variación del IPC. Actualmente, 4 mil viviendas con subsidio están en peligro de no poder terminarse en el Gran Concepción.
Un 30% de incremento en el precio de los materiales de construcción y un 18% en la mano de obra, es la realidad con la que están lidiando las empresas constructoras en el desarrollo de sus proyectos, lo que pone en riesgo iniciativas que fueron adjudicadas con valores que hoy escapan por completo a la realidad.
Helen Martin, presidenta de la Cámara Chilena de la Construcción en Concepción, señaló que esto hizo caer la oferta en cerca de un 50% del stock de 9 mil viviendas de que se disponía en el Gran Concepción.
Los presupuestos de construcción no permiten dar certeza de que los proyectos se ejecuten, afirmó la dirigenta: “Son más de 4 mil viviendas en el Gran Concepción que se están ejecutando y que están con problemas graves de no poder terminarse”.
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Es lo que sucede con el valor de los contratos de los subsidios DS 49, que es una vivienda social, pero también para el subsidio DS 19, que es de integración social, donde parte se destina a los privados y otra parte a familias vulnerables, la situación es más crítica, pues el subsidio no ha tenido reajuste sino mayores exigencias.
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En la Cámara de la Construcción están muy preocupados porque para el subsidio social DS 49 no hay proyectos nuevos ingresados, y para el de integración DS 19 hay proyectos adjudicados que no han podido partir debido a los presupuestos con lo que trabaja el Minvu no se ajustan a la realidad, aseguró Helen Martin.
Indicó que hace unas semanas hubo un reajuste en el monto del subsidio para los nuevos proyectos DS 19, pero la incertidumbre está en las 4 mil viviendas que se deberían estar construyendo.
Por ello, Helen Martin pidió a las autoridades revisar en profundidad las políticas de vivienda, asegurando que se viene una crisis importante de oferta y de financiamiento, y que lo que se espera es mayor rapidez y empatía del Gobierno con las empresas del área de la construcción que han hecho un gran esfuerzo por ajustarse a las nuevas regulaciones y costos.