Al cumplirse 10 días de la movilización que llevan a cabo trabajadores contratistas de Enel en la central Bocamina, el vocero del grupo inició una huelga de hambre.
La toma de la planta en Coronel -en la región del Bío Bío– mantiene detenidas las operaciones de generación de 350 megawats al sistema eléctrico nacional.
Son 74 los trabajadores contratistas que están movilizados pidiendo al gobierno y a la empresa despejar la incertidumbre laboral debido al cierre de la segunda unidad de Bocamina, fijado para el 31 de mayo.
El petitorio de los empleados tiene dos puntos principales, piden se les someta a exámenes de metales pesados antes que se produzca la desconexión de la central, debido a todos los años que estuvieron expuestos a la contaminación.
También solicitan que se comprometa algún tipo de continuidad laboral, tal como se hizo con los trabajadores propios de Enel.
En ese contexto, Iván Cáceres, vocero de los trabajadores, comenzó el jueves una huelga de hambre y llamó al gobierno a sensibilizarse de su situación.
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Piden pronunciamiento del Ministerio de Energía
Desde el Ministerio de Energía no se han referido a la toma en Bocamina y tampoco a si se le pidió a Enel aplazar el cese de operaciones definitivo de la central, tal como lo hizo el Coordinador Eléctrico Nacional, debido a la estrechez energética.
La senadora Loreto Carvajal, presidenta de la Comisión de Minería y Energía del Senado, indicó que el ministro Claudio Huepe no dijo una palabra sobre esto al presentar el miércoles los lineamientos programáticos de su cartera, por eso, emplazó al gobierno a pronunciarse.
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Enel declinó referirse a la huelga de hambre y toma de la central, que sigue impidiendo la normal operación energética en Coronel.