A casi un año de la desaparición y la muerte del niño Tomás Bravo en Arauco, en la región del Bío Bío, el caso sigue sin responsables, a pesar de los cargos contra Jorge Escobar, el tío abuelo de la víctima.
Mientras la Fiscalía hizo un mea culpa por los errores en la investigación, también se asignó una cuota de responsabilidad al desorden en la búsqueda del menor a partir del 17 de febrero cuando se pierde su rastro.
Sin avances, a poco de expirar el segundo plazo de investigación decretado por el Juzgado de Garantía de Arauco y con diligencias pendientes, principalmente peritajes, siguen las indagatorias para esclarecer la muerte del pequeño Tomás Bravo.
Bullada investigación que comenzó como una presunta desgracia el 17 de febrero de 2021, cuando se perdió su rastro en el sector de Caripilún.
Desaparición
Ese día el niño fue con su tío abuelo, Jorge Escobar Escobar, a dar alimento a unos animales y en un descuido del hombre, desapareció.
A las pocas horas de conocerse el caso, espontáneamente docenas de personas se suman a la búsqueda, incorporándose inmediatamente Bomberos y el Estado, a través de Carabineros, la PDI e incluso la Armada.
El entonces intendente, hoy delegado presidencial, Patricio Kuhn, destacó esa labor y si bien -dijo- siempre las cosas pueden hacerse mejor, fue el trabajo mancomunado el que -según él- permitieron dar con el cuerpo de la víctima.
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Otra visión tiene Pedro Díaz, abogado que representa a Estefanía Gutiérrez, la madre del pequeño Tomás, quien puso como ejemplo otros casos en los que ha intervenido y donde diferentes organismos dirigen la búsqueda, pudiendo haber incidido ese desorden en que en el caso de Arauco el menor fuera encontrado sin vida.
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Detención de tío abuelo
Pero en lo que todos coinciden es en la pésima investigación dirigida por el Ministerio Público, cuyo fiscal José Ortiz, se constituyó en el lugar donde el 26 de febrero fue hallado muerto el niño, y ahí mismo informó la orden de detención contra el tío abuelo.
Si bien Jorge Escobar fue formalizado por el delito de homicidio calificado, la debilidad de los antecedentes impidieron que el Juzgado de Garantía decretara la prisión preventiva, revés al que el fiscal nacional Jorge Abbott, respondió con el cambio de persecutor y dejando a la fiscal regional Marcela Cartagena a cargo.
Causa de muerte e informes del SML
El informe inicial del Servicio Médico Legal no es concluyente sobre la causa de muerte de Tomasito, pero después en abril, el organismo forense entrega nuevas conclusiones que hablan de una hipotermia e inanición como detonante del deceso del pequeño.
La Fiscalía desecha y le resta toda credibilidad a ese peritaje, enfrascándose en una pugna pública con el instituto, solicitando nuevos exámenes al mismo Médico Legal, que tiempo después entrega conclusiones que coinciden con la tesis del Ministerio Público sobre una agresión sexual de la que había sido víctima el niño.
Para Pedro Díaz, querellante en la causa, el fracaso hasta ahora de la indagatoria tiene su origen en los errores de todos los organismos intervinientes.
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Mea culpa de Fiscalía
En igual sentido se manifestó en enero pasado la fiscal regional del Bío Bío, donde hizo un mea culpa, pero subrayó que no sólo el Ministerio Público se equivocó sino todas las reparticiones públicas involucradas.
Cartagena señaló que sobre los errores determinados se informó a todos los organismo, a lo que se hicieron una serie de sugerencias para así no volver a cometerlos.
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Con todo, y escuchando muy atentamente a Marcela Cartagena en la cuenta pública del pasado 11 de enero, la confianza en poder establecer las responsabilidades en el caso de Tomás Bravo son mínimas, comprometiéndose la jefa del Ministerio Público a “acercarse a la verdad”, algo muy distinto a establecerla e identificar a quienes causaron la muerte de Tomasito.