El temor a ser víctimas de una bala loca y la mala calidad de vida no solo de los humanos sino también de las mascotas, fueron parte de las opiniones de auditores de La Radio, tras el nuevo crimen con arma de fuego ocurrido en Paillihue, al sur de Los Ángeles en la región del Bío Bío.

Uno de ellos, que se encontraba cerca de donde ocurrieron los hechos, señaló que fueron al menos 20 los disparos que se escucharon la noche de este martes en la población Escritores de Chile.

Según aseguró, horas antes hubo otro hecho similar donde un menor de edad recibió un disparo que lo mantiene internado grave en el hospital angelino.

Otro auditor, calificó lo sucedido como un hecho extremadamente grave y que altera la calidad de vida de quienes habitan el sector sur de Los Ángeles, no solo entre los seres humanos, sino también las mascotas, sobre todo por el lanzamiento de fuegos artificiales.

En el ámbito social, el presidente del Consejo de la Sociedad Civil (Cosoc) en Bío Bío, Juan Carlos Muñoz, manifestó que lo que acontece en Los Ángeles con estos hechos de violencia, es muy preocupante y por eso es necesario, a su juicio, que las autoridades puedan mejorar aún más el trabajo para enfrentar este tipo de episodios.

Similar opinión tuvo la presidenta de la Asociación de Usuarios y Consumidores de Bío Bío, Ana Seguel, quién llamó a las autoridades a no publicar las labores de fiscalización que se van a realizar en esta materia.

Respecto a la crítica de algunos auditores, quienes consideran poco efectiva la labor de la Oficina de Seguridad Ciudadana en esta materia, el director de la entidad, Miguel Ángel Irribarra, aclaró que ellos no tienen las facultades para detener ni realizar controles de identidad como Carabineros o PDI.

Agregó que solamente pueden efectuar fiscalizaciones de tránsito y entregar antecedentes de hechos relacionados a seguridad ciudadana a las policías.

Todos los auditores coincidieron en que hay temor de lo que está sucediendo con el uso de las armas de fuego y la necesidad de mejorar la sensación de seguridad que se perdió hace mucho tiempo en Los Ángeles.