Hace un año las balcones de casas y departamentos de todo Chile homenajeaban con aplausos la dura tarea de los funcionarios de la salud, también llamados “primera línea”, quienes comenzaron a recibir a los miles de pacientes afectados por covid-19.
A penas comenzó la crisis sanitaria los profesionales modificaron sus uniformes y sumaron elementos de protección personal. El horario de trabajo también cambió, cumpliendo turnos que se extendieron por 24 horas para contar con suficiente personal para atender a los afectados por el coronavirus.
Poco a poco los hospitales comenzaron a ser más exigidos, en especial las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), hasta donde llegaban los pacientes más graves y donde sólo personal especializado puede atender a personas que, por ejemplo, necesitan ventilación mecánica.
Carga laboral y estrés
La carga laboral, las emociones generadas a partir de la pandemia, la incertidumbre y otras situaciones, empezaron a desencadenar un importante estrés en el personal de la salud.
En la región del Bío Bío, por ejemplo, la Federación Nacional de los Trabajadores de la Salud (Fenats) afirma que las licencias psiquiátricas han incrementado e incluso, hay quienes no se han tomado su feriado legal debido al escaso personal. Así lo comenta la presidenta del gremio en la zona, Evelyn Betancourt.
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La dirigente señaló que cuando comenzó la pandemia se implementaron programas para cuidar la salud mental de los trabajadores, algo que también ocurre en el Hospital Regional de Concepción, donde psicólogos, trabajadores sociales y otros, se encargan de atender a los profesionales.
Uno de los que se desempeña en ese recinto asistencial es el presidente del Capítulo de Psiquiatras del Colegio Médico en Concepción, Pablo Palma, quien indicó que las consultas de funcionarios aumentaron durante este año de pandemia.
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El estrés y la carga laboral también se hizo presente en la salud primaria. De los cerca de 75 mil trabajadores en el país, sólo un 50% está habilitado para desarrollar sus labores. La otra mitad está ausente por diversos motivos y de esos, un 10% cuenta con licencias psiquiátricas.
La presidenta de la Confederación de los Funcionarios de la Salud Municipal (Confusam), Gabriela Flores, señaló que un total de 22 funcionarios ha fallecido a nivel nacional y más de 4 mil 500 se han contagiado de covid-19. En la región del Bó Bío cerca de 500 trabajadores han tenido el virus y de esos, 100 casos están activos.
La dirigente asegura que actualmente el personal no cuenta con un programa para fortalecer la salud mental, afirmando que es una de las exigencias que han hecho al Gobierno.
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Flores añade que el proceso de vacunación contra el covid-19 sumó carga laboral, además de complicar la búsqueda activa de casos y la trazabilidad, ya que debido a la falta de personal, son los mismos trabajadores quienes realizan la inoculación, atienden a pacientes contagiados de coronavirus y también de otras patologías.
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Eso sí, la presidenta de la Confusam reconoce que también se ha contratado personal a honorarios para trabajar en trazabilidad y búsqueda activa de casos, aunque -dice- cumplen extensas jornadas de trabajo que no se traducen en mejores sueldos.
El llamado desde los gremios de la salud es al cuidado de la población, no olvidar las medidas para evitar los contagios de covid-19, de tal manera que los funcionarios de la salud tengan la posibilidad de sentir menos angustia, ansiedad y estrés por consecuencia de la sobre carga laboral que sigue generando la pandemia.
Con la intención de conocer las medidas del Ministerio de Salud respecto a este tema, La Radio tomó contacto con la Seremi de la cartera en la región del Bío Bío, sin embargo, indicaron no tener disponibilidad por cuestiones de agenda.