De regreso en el penal de Lebu están los 12 comuneros en huelga de hambre hace dos meses, quienes fueron sacados del recinto la madrugada del lunes y llevados al Hospital de Los Ángeles, para una evaluación médica.
Tras ser dados de alta, Gendarmería determinó internarlos en la enfermería del Centro Penitenciario de Concepción. Esto luego que el equipo médico acreditara que el estado de salud de estas personas es estable.
Los comuneros volvieron a la cárcel del Lebu tras un recurso de amparo acogido por el Juzgado de Garantía de Cañete, que declaró ilegales las medidas adoptadas por el director regional de Gendarmería, coronel Diter Villarroel, de trasladar a los huelguistas en horas de la madrugada y en vehículos institucionales sin la supervisión de paramédicos con que cuentan las ambulancias del SAMU, todo además sin informar al tribunal que decretó las prisiones preventivas.
Por eso y tras ser notificada por la jueza Paulina Bobadilla, la Dirección de Gendarmería en el Bío Bío implementó un dispositivo que concluyó a las 01:40 horas de este jueves, cuando los 12 comuneros ingresaron nuevamente a la cárcel de Lebu, después que la justicia ordenara el cumplimiento urgente del fallo.
Terminó así el periplo del grupo de investigados e imputados por homicidio, lesiones y robo, quienes en julio comenzaron la huelga de hambre exigiendo que el Gobierno cumpla el Convenio 169 de la OIT que permite beneficios para el cumplimiento de medidas cautelares a miembros de pueblos originarios infractores de ley.