La Municipalidad de Coronel presentó un recurso de protección por el caso de un hombre que fue sepultado a fines de julio, sin un certificado que señalara su causa de muerte. Esta situación ha impedido que su viuda y sus hijos accedan a las prestaciones económicas dejadas por el fallecido, como fondos de AFP y pólizas de seguro.
El caso fue dado a conocer por Radio Bío Bío hace unos días. José Vidal Donoso murió el 26 de julio y fue sepultado bajo el protocolo para víctimas del coronavirus, pero sin que el certificado de defunción precisara la causa de muerte.
El hombre falleció en su domicilio, tras lo cual la familia llamó a Carabineros, que a su vez pidió la presencia del SAMU, cuyo personal dejó en manos de una funeraria el proceso, indicó la hermana de la viuda, Erica Carrasco.
El alcalde de Coronel, Boris Chamorro, afirmó que se trata de un caso de descuido y negligencia por parte de las autoridades de salud, el haber permitido que una persona fallecida sea sepultada sin conocer la causa de muerte, por lo que decidió acudir a la justicia.
Además del dolor causado por la misma muerte, la familia ahora está enfrentando otras consecuencias, como son la imposibilidad de acceder a lo que José Vidal dejó como herencia: los fondos de pensiones y pólizas de seguro, que no pueden ser cobrados justamente por no tener una causa de muerte.
Y por eso lo que se pide a la Corte de Apelaciones penquista, dijo la abogada municipal, Evelyn Ortiz, es que se obligue al Servicio de Salud Concepción a determinar qué fue lo que causó el deceso del vecino coronelino.
Desde la repartición de salud, el abogado jefe Jaime Villanueva dio a entender que lo que ocurrió en el caso de José Vidal fue que al no haber tenido una ficha de atención en el Hospital de Coronel, el establecimiento no pudo extender el certificado de defunción con la información hoy demandada.
El abogado agregó que la familia debió acudir dentro de las 48 horas posteriores al fallecimiento, hasta el establecimiento asistencial donde era atendido. Y ahí pedir la causa de muerte o a un médico que haya conocido al paciente, y con la ficha clínica extender el certificado.
Aunque aquí el componente que hace aún más peculiar el caso son los resultados positivos de los test para covid-19 aplicados a la familia después del deceso.