Este viernes se dio por recibido en la Corte de Apelaciones de Concepción el protocolo que autoriza a Carabineros al uso de sustancias químicas para el combate de la violencia en las calles.
Había sido el Instituto Nacional de Derechos Humanos el que recurrió de amparo, denunciando el posible daño a la salud de las personas por efecto del agua utilizada por el “guanaco”, el carro lanzagases y las bombas lacrimógenas.
La acción legal fue acogida por el tribunal de alzada, exigiendo que previo al uso de los elementos de disuación, el Ministerio de salud certificara la inocuidad de los químicos, lo que fue finalmente cumplido.
El director del INDH, Sergio Micco, sostuvo que esta resolución es justamente la que el organismo buscaba, ya que la institución ha señalado que “hay protocolos para aplicar la escopeta antidisturbios, nosotros lo que hemos dicho es ‘cumplan el protocolo"”.
“No hemos dicho (que) no las utilicen más, pero no se la disparen al cuerpo, al rostro de las personas, porque eso va contra el protocolo, lo mismo los disuasivos químicos (…) tienen que tener obviamente los compuestos químicos que corresponden. Eso es lo mínimo que ha pedido el instituto”, sostuvo.
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Debido a esto, desde ahora Carabineros está autorizado para volver a inyectar las sustancias químicas al agua, los gases y las lacrimógenas, aunque con las restricciones impuestas por la Seremi de Salud, en cuanto a su uso en lugares abiertos, no cerrados, y que sea de manera esporádica para las situaciones más graves.