Luego de tres años de problemas económicos que incluso tuvieron a la YMCA con una declaración de quiebra, se terminó el conflicto de la corporación social con el banco Scotiabank. Un acuerdo entre ambas instituciones permitió dejar atrás el fantasma del remate y recuperar así la confianza de asociados y empleados.
Fue en mayo de 2016 cuando el Tercer Juzgado Civil de Concepción decretó la quiebra o liquidación forzosa de la YMCA, tras la demanda del Scotiabank por una deuda impaga que alcanzaba los 2 mil 400 millones de pesos.
La Corte de Apelaciones, sin embargo, dejó sin efecto la resolución y permitió a la emblemática corporación penquista retomar las conversaciones con el banco, que ahora concluyeron con un pacto que permite a la YMCA comenzar a saldar la deuda, responsabilidad de la antigua administración.
Pero además de comprometer el pago de parte de los dineros en 15 meses, junto con los intereses y reajustes, para después renegociar el saldo, el acuerdo obligó tanto a la agrupación social como al Scotiabank a dejar de lado las acciones legales cruzadas, subrayó la secretaria general de la YMCA, Rossana Pagliotti.
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La firma del acuerdo fue calificada como un hito por la ejecutiva de la corporación, al destacar que da tranquilidad tanto a los socios como a los trabajadores, pues agregó se asegura el funcionamiento de la YMCA y todas sus actividades sociales.
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Sobre las querellas presentadas por la YMCA contra los miembros de la antigua administración y a quienes se responsabiliza por los problemas económicos en que dejaron a la corporación, se indicó que la investigación sigue a cargo de la Fiscalía y que insistirán a través de sus abogados para acreditar los delitos denunciados.