La primera querella relacionada con la emergencia por una supuesta fuga de gas en Talcahuano fue presentada por un matrimonio, que apunta a la evacuación de la Clínica Bío Bío como responsable de la muerte de su hijo que estaba por nacer ese 4 de agosto.
Ese 4 de agosto Jenny Jofre, con 37 semanas de embarazo, estaba bajo observación por complicaciones a raíz de una colestasia, hospitalizada en la Clínica Bío Bío.
Con otro de sus dos hijos había sufrido la misma enfermedad, la cual consiste en la dificultad para excretar la bilis desde el hígado hasta el intestino, pero que con el monitoreo adecuado permitió al bebé nacer sin problemas.
Sin embargo, esta situación coincidió con la evacuación de la clínica a raíz de la supuesta fuga de gas que afectó al puerto hace casi tres semanas, debiendo la joven madre bajar a pie los seis pisos hasta el estacionamiento.
Tras dos horas sin observación y bajo un estrés, la mujer regresó a su habitación, donde las matronas la controlaron sin poder detectar los latidos del corazón de la guagua.
Lo ocurrido es atribuido a una negligencia, y de allí la querella por cuasidelito de homicidio contra quienes resulten responsables, explicando el abogado Rafael Poblete, que la clínica falló en las medidas para atender a enfermos con distintas complicaciones en su salud en medio de la emergencia.
Fernando Gómez, padre del bebé fallecido, dijo que el objetivo de la acción legal es que se esclarezca lo ocurrido y que algo como lo vivido por ellos no vuelva a pasar.
La querella fue ingresada en el Juzgado de Garantía de Concepción, pidiéndose sea remitida al Ministerio Público para la investigación de rigor, que en todo caso ya se había iniciado a raíz de una denuncia presentada el mismo día de los hechos ante la PDI.