Decenas de personas que fueron adoptadas en Chile y Suecia durante la dictadura militar, y que hoy viven en Europa, buscan a sus familias biológicas.
Luego de la investigación del juez Mario Carroiza, sobre la adopción irregular de 500 niños, una periodista se dedicó a rastrear la posibilidad de un reencuentro entre estas personas.
Ser víctimas de una adopción irregular, no consentida por su progenitora, es lo que ronda la cabeza de decenas de personas que viven en Suecia particularmente. Hoy tienen cerca de 40 años y se han decidido a buscar a su madre o familia biológica en Chile.
La periodista Liliana Delgado está abocada a esta delicada tarea, que es compleja, dice, porque siempre el primer contacto, en caso de tener éxito, es la madre. Si la progenitora se opone al reencuentro, la gestión termina ahí.
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Liliana se encuentra en la zona intentando ubicar a los progenitores de, quien ella cree, puede tratarse de un caso de adopción ilegal. Un bebé nacido en Penco en 1975, a quien según sus escasos antecedentes, su madre intentó retener sin éxito.
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Luis vive en Suecia, creció con su familia adoptiva, y hoy tiene un buen pasar, pero surgió en él la inquietud de conocer a quien le dio la vida, sin reproches ni críticas de ningún tipo.
Sin embargo, para Liliana esta búsqueda ha resultado compleja, ya que los documentos de adopción tienen escasa información y el caso está entrampado.
La periodista ha presenciado realidades tan distintas como los casos que ha tomado. Hijos y madres felices de reencontrarse en una etapa de la vida donde ya no hay culpas.
También situaciones donde se niegan rotundamente a volver al pasado, debido principalmente a que sus familias actuales desconocen lo que ocurrió hace tanto tiempo.