Como una derrota difícil que deberá ser analizada, calificó el comando regional de Alejandro Guillier en el Bío Bío, el triunfo de Sebastián Piñera. Mientras desde el PC y la DC subrayaron en la oposición que serán a partir de marzo, el PPD coincidió con su candidato en que el distanciamiento con el electorado pudo costarle estos comicios a la Nueva Mayoría.

Apenas una docena de adherentes -y en medio de un ambiente de preocupación- se reunió en el comando de Alejandro Guillier en Concepción, para esperar los resultados de la segunda vuelta.

El jefe de campaña local, Bernardo Daroch, junto al seremi de Justicia, Jorge Cáceres, además de los timoneles del MAS y del PC, Leonardo Gutiérrez e Iván Quintana, se informaron a través de Radio Bío Bío antes de las 19:00 horas de la derrota de su candidato.

Cáceres fue el primero en abandonar el comando, minutos después de la primera proyección, mientras que el resto decidió esperar resultados oficiales antes de entregar su opinión.

Por lo mismo, no fue sino hasta que Guillier reconoció en Santiago el triunfo de Sebastián Piñera que Daroch, presidente del PDD, con un tono de total decepción, se refirió al resultado.

En ese sentido, el presidente del Partido Comunista, Iván Quintana, adelantó que el trabajo inmediato es terminar con la división de la Nueva Mayoría, para defender los logros de la presidenta Michelle Bachelet.

Dicha división fue confirmada por la pobre convocatoria en el comando. Sin embargo, el presidente de la DC en el Bío Bío, Nicolás Hauri, explicó que esto se debía a que habían estado en el lugar durante la mañana, subrayando no obstante la adhesión de la falange a la oposición a partir del 11 de marzo.

Aunque Daroch adelantó que en lo inmediato habrá que analizar cuidadosamente la derrota, categóricamente coincidió con lo expresado por Alejandro Guillier, al deslizar que el distanciamiento de la Nueva Mayoría con el electorado, pudo haber influido en el resultado.

Argumentando la inesperada y hasta inexplicable diferencia de casi 10 puntos entre Piñera y Guillier, se evitó apuntar al Frente Amplio como responsable, evaluación que seguramente vendrá en los próximos días, cuando el oficialismo despierte de lo que a toda luces fue la más aplastante de las derrotas en 27 años.