Uno de los casos en que se vincula en violaciones a los derechos humanos, al ahora procesado y detenido excomandante en jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, es el del penquista Nicolás Barrantes, quien tenía 17 años cuando en 1973 fue detenido por Carabineros en Ovalle y luego torturado por militares en La Serena.
Su hermano Marcos no tuvo la misma suerte. Murió cuando la Caravana de la Muerte pasó por la Cuarta Región, hecho que investiga la justicia y que mantiene preso a Cheyre.
Barrantes sostiene que fue torturado durante una hora y media por Cheyre y que lo pudo ver, ya que la venda negra que le pusieron en los ojos quedó mal puesta y una de las telas se traslucía. Estuvo 43 días preso y relata que todos los días los soldados decían el nombre del exgeneral.
Nicolás espera justicia para él y su hermano, manteniendo la esperanza y confianza en el juez Mario Carroza. Dijo estar disponible para enfrentarse con el que calificó como “su torturador”. “Si el me llama a declarar a Santiago, y hacer un cara a cara con este criminal, voy a ir. Estoy dispuesto a todo con tal que se realice la justicia”, afirmó.
Nunca ha olvidado todo lo que vivió en la Cuarta Región al ser torturado con sólo 17 años. Recurrió a ayuda psicológica y también espiritual para superar el tormento. Sin embargo, se mostró satisfecho; afirmando que para él, en este caso la justicia tarda, pero llega.