Desde que se aprobó el mega proyecto inmobiliario Maratué -perteneciente a la familia Lería- que contempla una inversión de USD$2 mil millones y que pretende edificar alrededor de 14 mil viviendas en el sector costero de Quirilluca, en Puchuncaví, organizaciones medioambientales han cuestionado cómo se va a implementar urbanísticamente esta iniciativa que considera una extensión de más de mil hectáreas.

La iniciativa, liderada por Óscar Lería, que a su vez es dueño dos sociedades en Reino Unido, Wildsur Limited y Ventisquero Sur LLP, triplicará la población de la ciudad, que en 2017 tenía más de 18 mil habitantes.

Es en este contexto que Marta Aravena, integrante de Salvemos Quirilluca, cuestionó las condiciones en que se desarrollarán las obras, dado que gran parte de los vecinos de la comuna tiene alcantarillados particulares o pozos negros.

Rodrigo Mundaca, gobernador regional de Valparaíso y candidato a la reelección, señaló que le parece “curioso” que la iniciativa se haya aprobado con factibilidad hídrica, pese a que actualmente hay familias, en zonas rurales, que se quedan sin agua durante la temporada estival.

Maratué responde a dudas

Desde el proyecto Maratué declararon que en cuanto al sistema de alcantarillado, este se conectará con las redes de ESVAL, en su planta de tratamiento en Puchuncaví. Respecto a la conectividad vial, señalaron que estas serán de uso público y contarán con los permisos previos para una ejecución que será gradual en el tiempo.

En torno al agua potable, indicaron que la distribución será responsabilidad de la empresa Aguas Santiago Norte.