El Obispado de San Felipe en la región de Valparaíso, ordenó una investigación luego de que un sacerdote condenado por abuso sexual –y por lo cual fue suspendido de sus funciones durante 10 años– fuera sorprendido celebrando una misa a adultos mayores en una capilla de la comuna.
Cabe mencionar que, en la ocasión se encontraba presente el vicario general de la Diócesis de Aconcagua, Fabián Castro, segundo en jerarquía luego del obispo.
En ese sentido, se trata del sacerdote Luciano de la Barrera, que pertenece a la Prelatura de Illapel en la región de Coquimbo, pero que una vez jubilado se radicó en su ciudad natal de San Felipe.
El presbítero fue condenado en agosto de 2019 por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Ovalle como autor del delito consumado de abuso sexual de un menor de 14 años y en octubre de ese año, la Corte de Apelaciones de La Serena rechazó el recurso de nulidad presentado por la defensa del mencionado religioso y ratificó la condena.
Esto último, determinó que la Prelatura Illapel en el 2020 impusiera por diez años restricciones al ejercicio del ministerio sacerdotal a De la Barrera, por lo que este no podía celebrar misas en público, situación que cumplió hasta este fin de semana.
De acuerdo a información entregada por nuestro medio asociado, Radio Dulce, De la Barrera fue visto en una misa en la ciudad de San Felipe, por la que el Obispado de Aconcagua debió emitir una declaración pública donde indicaron que este hecho es muy grave, dado que no se respetó la pena impuesta después de un proceso canónico.
Mientras que, desde el Obispado indicaron que desconocían la sanción, pese a que el sacerdote ya vivía en San Felipe cuando fue condenado.
“Aclarar las responsabilidades”
Ante esta situación, el Obispado de la comuna anunció que se ha ordenado una investigación para aclarar las responsabilidades ante el desacato a una sentencia judicial canónica, esto según el texto entregado desde la entidad eclesiástica.
Cabe mencionar que, la Iglesia no pudo concluir si los hechos ocurrieron, esto debido a que la víctima era entonces un menor de edad y no se pudo tomar su testimonio.
Por lo que, la condena vino desde la justicia civil chilena y obligó a quien ahora es obispo de Valparaíso, Jorge Vega -que en entonces ejercía el cargo de obispo prelado de Illapel-, a imponer a Luciano De la Barrera, hoy de 87 años, una suspensión de 10 años donde este no puede ejercer públicamente su sacerdocio.