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El sicario condenado por el homicidio del empresario Alejandro Correa, asesinado en Concón, afirmó no conocer al presunto autor intelectual, Renato López, quien habría ofrecido 5 millones de pesos por el crimen. López fue sentenciado a 20 años de cárcel por homicidio calificado, mientras que el sicario colombiano, Víctor Gutiérrez Londoño, recibió 28 años de presidio. Gutiérrez Londoño relató que el crimen se originó por una disputa de terrenos, donde un amigo le planteó presionar a Correa para ceder la propiedad. Por otro lado, López insiste en su inocencia y señala que no conocía a los involucrados. Además, se presentaron querellas por falso testimonio contra un comisario de la PDI en el juicio, aunque la fiscalía afirmó tener convicción de la participación de los condenados.

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El sicario condenado por el homicidio del empresario Alejandro Correa, asesinado al exterior de su casa en Concón, habló por primera vez y afirmó no conocer a Renato López, quien según estableció la justicia es el autor intelectual del crimen y quien habría ofrecido 5 millones de pesos para su ejecución.

De acuerdo a lo que se estableció en el juicio, Renato López decidió dar muerte al empresario Alejandro Correa y, para ello, contrató a Víctor Gutiérrez Londoño, conocido como “Parce” o “Colombiano”.

Para lo anterior, López ofreció al autor material del asesinato un pago de 5 millones de pesos. Por ello, fue sentenciado a 20 años de cárcel por el delito de homicidio calificado y el colombiano, sindicado como el sicario, fue sentenciado a 28 años de presidio, pena que cumple en el penal de la región del Bío Bío.

El “Parce” habló por primera vez y aseguró que no conocía a Reñato López. “Yo lo vine a conocer en la audiencia”, afirmó en Informe Especial, añadiendo que guardó silencio por recomendación de su abogado, que le insistía que no hablara.

Si bien reconoce que fue es el autor del homicidio del empresario, descarta ser un sicario y haber cometido el crimen por un pago, argumentando que de ser así “no hubiera dejado ningún testigo vivo”.

Pero, ¿cómo se gestó el crimen? Todo se remonta a dos semanas previas al homicidio. Gutiérrez Londoño relató que conoció a un amigo llamado Rodrigo Ponce, también conocido como Rodrigo “Skater”, que le contó sobre unas tomas de terreno y que el dueño era Alejandro Correa.

Este amigo habría sido quien le planteó al colombiano que presionaran a Correa para que cediera en la venta del terreno. “Íbamos a comprar el terreno, yo igual tenía mi plata para aportar para comprar… yo quería llegar a un trato con el dueño”, indicó.

Pero, según relató el condenado, la idea de presionar al empresario no fue de su amigo, sino de una tercera persona, quien le había ofrecido dinero “para asustarlo”. El plan -insistió- no era matarlo.

Es así que luego recibe la dirección de la víctima y una fotografía. Él, por su parte, contrató a un conductor para llevarlo al domicilio, correspondiente a Claudio Riveros (condenado a 16 años de cárcel).

En ese contexto, días previos a la fatídica jornada, visitó en tres oportunidades el domicilio y llamó por celular a víctima.

No obstante, recordó que el 18 de mayo de 2020, previo a presentarse por un última vez en la casa del empresario estuvo consumiendo distintas drogas. Es así que cuando llegó al domicilio se presentó y sintió que Correa -quien estaba con otro hombre- lo miró con desprecio. Ofuscado disparó en dos oportunidades contra el hombre, uno de los cuales impactó en su cabeza.

A meses de la sentencia, el cuerpo de Rodrigo Skater, amigo del sicario, apareció al interior de un barril en el puente Las Cucharas.

El colombiano cree que su amigo estaba en contacto con Luis Alarcón, que es el presidente de la toma y se habría encargado de dividir el terreno que pertenece a Correa.

A su juicio, el autor intelectual no ha sido investigado, por tanto seguiría en libertad.

López insiste en su inocencia

Tal como lo dijo en el juicio, López insistió en su inocencia e indicó que nunca ha tenido contacto con el colombiano. “Me destruyeron y es una hueá que no hice” (sic), reforzó.

“Es una condena injusta porque yo en el juicio yo le declaré al señor fiscal que no conocía a las personas, que no tenía vínculos con ellos. Son 13 mil escuchas telefónicas que yo tenía y ninguna con ellos”, aseveró.

El condenado con la víctima eran vecinos en el terreno en disputa en Quilpué. López tenía cercado su terreno, no así Correa. El primero se habría excedido en la demarcación, situación que derivó en un juicio civil. En la indagatoria se estableció esa pugna como una de las motivaciones en el crimen.

López reveló que le ofreció 50 millones de pesos e incluso hizo una tasación de la propiedad, pero nunca llegaron a un acuerdo.

Pasó el tiempo y el terreno de Correa, que tal como se mencionó no estaba cercado, comenzó a ser loteado irregularmente. Ocupación que según López él mismo le reportó al empresario.

Otro medio de prueba en su contra fue la foto de un papel que contenía el nombre de Correa y su dirección. López reconoce que es su letra y que se lo dio a unas personas de la toma que querían hablar con el empresario por el terreno. Eso sí, desmiente que la fotografía la haya tomado él.

El sentenciado cree que detrás del crimen están las personas vinculadas a la toma del terreno. “Se les pasó la mano”, complementó.

Investigación por falso testimonio

En medio del juicio, se presentaron dos querellas en contra del comisario de la PDI, Rodrigo López, por falso testimonio en juicio y obstrucción a la indagatoria.

El exfiscal José Miguel Subiabre, abogado de Renato López, insiste que no hubo ninguna prueba que vinculara a su representado con lo ocurrido. Por ello pide al Ministerio Público realizar las diligencias pendientes de las querellas presentadas en contra del funcionario policial.

La fiscal regional de Valparaíso, Claudia Perivancich, se refirió a la denuncia presentada contra un funcionario de la PDI y confirmó que “nosotros, como nos debemos al principio de objetividad, estamos tramitando esta denuncia, en la que se señala que un funcionario policial habría mentido en su testimonio”, aseveró la fiscal.

Eso sí, Claudia Perivancich indicó que “en principio, tenemos la convicción de que eso no es así, producto de lo cual se produjo el veredicto y la condena en el juicio”.

“Sin embargo, hemos estado realizando todas las diligencias que nos ha pedido la parte querellante para despejar cualquier escenario antes de tomar una decisión respecto al término de esa causa”, añadió.

En lo referido a la hipótesis que el verdadero autor material estaría en libertad, la fiscal Perivancich señaló que “nosotros, como visualizamos la investigación del año 2020, en que se produjo el hecho, hasta el 2022 en que se produce la condena, teníamos la convicción de que son estos los únicos partícipes”.

“Incluso, esa idea respecto de la participación de una persona distinta, hay un apodo que se proporciona, toda esa información surgió durante el desarrollo del juicio. Por lo tanto, no tenemos ningún elemento para suponer que debimos iniciar una investigación distinta o profundizar en alguna otra línea”, expresó.

También defendió el trabajo realizado en la investigación, afirmando que se exhibieron múltiples pruebas, declaraciones de testigos, imágenes de video, georreferenciación de antenas que posicionaron a los sujetos de interés, audios, conversaciones. Todos esos medios permitieron al tribunal de Viña del Mar tener la convicción de la participación de los condenados.