Por primera vez, el imputado por el accidente de tránsito donde murieron dos universitarias en la comuna de Santo Domingo, entregó declaraciones en una audiencia desarrollada en el Juzgado de Garantía de San Antonio, donde dio su versión de cómo ocurrió el fatal incidente vial.
Se trata de José Venturino Saporte, estudiante de cuarto año de Derecho de la UDD, quien se mantiene con arresto domiciliario total (medida que cumple en Las Condes) tras ser formalizado por el delito de conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte. De acuerdo con la indagatoria, la alcoholemia arrojó 1,24 gramos de alcohol por litro de sangre.
Las víctimas corresponden a Trinidad Bunster (20) y Agustina Espinoza (19), ambas cursaban segundo año de Derecho en la misma universidad del acusado. Pese a ello, Venturino volvió a reiterar en la audiencia que “no las conocía”.
En su declaración, el estudiante recordó que esa jornada hicieron un asado que incluyó bebidas alcohólicas. Luego de eso con Javier Avilés Palma, que iba de copiloto esa jornada, decidieron ir a la disco La Palmira.
“Salimos alrededor de las 10 y media de la noche y una vez que llegamos, aproximadamente tipo 11 de la noche, entramos y veo que no había nadie, lo cual me generó mucha intriga. Entonces bajo del auto y le pregunto a un guardia o a un funcionario… y me dice que llegamos muy temprano”, relató.
Ante eso -según su declaración- deciden dar un paseo por Santo Domingo para hacer tiempo. “Transcurrido unos 30 minutos, aproximadamente, mi amigo Javier me da la sugerencia de invitar a Agustina y Trinidad para que nos acompañaran a la disco. Yo no las conocía, ya que eran alumnas de la carrera de Derecho, pero de segundo año y yo estoy en cuarto… Javier lo organizó todo y me indicó dónde se estaban quedando”, siguió.
Tras pasarlas a buscar, las jóvenes se sentaron en la parte de atrás del BMW, un automático 128ti. “No recuerdo si habían tomado alcohol o si pusieron el cinturón de seguridad. Tampoco recuerdo si Javier les dijo que se pusieran el cinturón”.
Como todavía era temprano para ir a la disco, deciden ir al Mirador de Las Brisas de Santo Domingo. Asegura que “nuevamente tomé el camino de la fruta a una velocidad normal de 70-80 kilómetros por hora, que es un camino peligroso y con muchas curvas y lomas de toro, que algunas están mal señalizadas o iluminadas. No había nada de alcohol en el auto, no estábamos tomando, la música estaba a un nivel moderado para que pudiéramos hablar entre todos”.
“A la entrada del camino Las Brisas, yo señalizo a la derecha. Una vez que estábamos en camino recto, quizás estaba manejando a 90-100 kilómetros por hora, no sé exactamente a qué velocidad porque no estaba pendiente al tacómetro, estaba manejando atento. Sinceramente, no me acuerdo cómo perdí el control ni cómo se produjo el accidente, pero recuerdo que estaba afrontando la curva; lo único que recuerdo es que me desperté en el pavimento y no entiendo qué ocurrió”, afirmó.
Es ahí cuando se da cuenta de que en el lugar estaba personal de la autopista, una patrulla de Carabineros. También advirtió que ambas mujeres estaban en lugares distintos en el pavimento y que su amigo estaba hablando con seguridad o Carabineros. “Me acuerdo que alguien me pregunta si yo era socio de Las Brisas y yo creo que le dije que mi papá era sucio”. Luego se desmayó.
Dijo no recordar el trayecto de la ambulancia al hospital hasta que despierta en una cama y escucha a “Agustina llorando que no podía respirar bien, y yo decía, por favor, que a mí no me interesa que me salven, que me interesaba que salvaran a Trinidad, Agustina y Javier. Mi vida era lo menos que me importaba y no me sigue importando hasta el día de hoy”.
Luego supo por una enfermera que Trinidad falleció, asegurando que esa noticia “me partió el alma”; y que Agustina estaba muy grave. “Les dije que, por favor, la salvara”, relató con la voz quebrada. Más tarde se entera de que la última también había perdido la vida durante su estancia en el hospital. “No podía creer que Agustina y Trinidad habían fallecido, y lo sigo encontrando injusto… Sinceramente, yo no esperé que pasara algo como lo que pasó ese 31 de marzo, una fecha que me va a marcar para siempre y para siempre a las familias de Agustina y Trinidad”.
El acusado expuso que quizás el hecho de haber pasado por el mismo camino un día antes del fatal accidente le pudo “haber jugado una mala pasada y podría haberme dado un exceso de confianza… Me siento tan mal de haberles causado esto a la familia de Agustina y Trinidad, tal como lo indiqué en la carta de perdón que mandé. No pretendo que me perdonen, yo pienso asumir las consecuencias de mi acto, no prendo entrar en negación de la situación, simplemente espero que la familia de Agustina y Trinidad encuentren algún tipo de consuelo o cierre con esto”.
En ese contexto, dijo que colaborará y acatará lo que resuelva la justicia.
Interrogatorio de imputado
Tras su declaración, se le realizaron varias preguntas, entre ellas cuántas bebidas alcohólicas consumió previo al accidente, a lo que respondió: “A lo mínimo cuatro a cinco cervezas, y a lo mejor antes de haber salido me tomé un shot de Jägermeister”.
Aseveró, asimismo, que “voluntariamente” dijo a la policía que había consumido cerveza previamente y reiteró que no llevaban alcohol en el vehículo.
Venturino detalló que tras el fatal accidente ha estado internado en la Clínica Alemana y luego lo derivaron a la Clínica de Salud Mental de la Católica tras “confesar que tengo pensamientos suicidas”.
“Me encuentro medicado y les confieso de verdad que yo deseo haber muerto en el accidente porque lo encuentro totalmente injusto que yo esté acá y no tengo forma de decir lo mucho que lo lamento”, reforzó.
Uno de los abogados querellantes le preguntó si habló con alguien en la ruta, asegurando que una vez que despertó en el pavimento se puso a buscar a los tres acompañantes de su vehículo.
-¿Manifestó que iba a tener problemas con su carrera a propósito este suceso, a las personas que estaban ahí una vez ocurrido el accidente?
No recuerdo.
-¿Manifestó ser empresario, que esto le iba a causar un problema?
No recuerdo.
-¿Manifestó que iba a tener problemas con su padre?
No me acuerdo.
-¿Manifestó no conocer a Agustina y a Trinidad?
No recuerdo.
La defensa de Jose Ignacio Venturino está compuesta por tres abogados experimentados: Guillermo Cantin Hein, Matías Balmaceda Mahns y Mariella Pirozzi. Todos de BPC Abogados, una reconocida firma nacional.