En el marco de la emergencia que mantiene a edificios al borde del colapso en el campo dunar del sector Cochoa de Viña del Mar, la alcaldesa Macarena Ripamonti aseguró los oficios de inhabitabilidad sobre al menos cuatro infraestructuras deberían estar entre “hoy o mañana”.
Consultada por las acciones a seguir tras el nuevo socavón que se generó el pasado fin de semana en el sector de Cochoa, cercano al límite con Concón, la jefa comunal señaló antes de que se provocara esta remoción de tierra, ya habían pedido a la Seremi de Vivienda -como superior jerárquica de la Dirección de Obras Municipales (DOM)- que ejerciera una “suerte de auditoría”.
Lo anterior, ya que “esto lo pedimos para el primer socavón, sobre todos los permisos de obra, si (es que) se ajustaban a derecho y si eran técnicamente pertinentes, y estamos esperando la información”.
En ese contexto, Ripamonti afirmó que “el director de Obras debería emitir un oficio de inhabitabilidad desde hoy o mañana (miércoles o jueves). No debería pasar de ese momento”.
Asimismo, advirtió que esto involucra al menos a cuatro edificios. Es decir, dos más aparte de los ya conocidos Kandinsky y Miramar Reñaca.
“Entiendo que esos oficios ya se enviaron y se está en la elaboración de los segundos oficios, debería salir, uno antes y luego los dos juntos”, agregó.
En tanto, la alcaldesa de Viña del Mar recalcó que la situación que se mantiene en torno a la emergencia en el campo dunar del sector Cochoa “es un hecho dramático”.
“Todos hemos sido observadores de lo que ha ocasionado esta intervención, ensalzada por el hecho que hayan caído 8 milímetros de agua en media hora. Son circunstancias que, insisto, nosotros como municipio, estamos recolectando todos los antecedentes”, aseveró.
“Esto es un hecho dramático que tiene concatenados diferentes actos relativos a diferentes organismos públicos y privados de nuestro país, que han terminado en un resultado como este”, añadió.
En ese sentido, insistió en que “cada una de las responsabilidades tienen que ser advertidas, entre los que permitieron compras en el 86′, quienes permitieron urbanizaciones, los que dictaron decretos, las medidas para las impermeabilizaciones de los colectores primarios, las intervenciones de las sanitarias, el trabajo que se tuvo que hacer respecto de los reguladores del 2002.
“Lo importante es poder determinar cada una de las responsabilidades, porque en el fondo hoy es evidente que un colector colapsó, pero detrás de aquel colapso hay un sin número de responsabilidades”, sostuvo.