En conversación con Radio Bío Bío, la hija del empresario víctima de sicariato, Alejandro Correa, lamentó la decisión de la jueza que rechazó ordenar el desalojo del terreno ocupado ilegalmente en Quilpué. Valentina Correa aseveró sentir "injusticia" y que les "dolió" que la magistrada acusara "inacción" de la familia para erradicar el asentamiento.
Valentina Correa, hija del empresario víctima de sicariato, Alejandro Correa, criticó la decisión de la justicia de rechazar la solicitud de desalojo de la toma del terreno de su padre en Quilpué, en la región de Valparaíso.
Tal como lo informó Radio Bío Bío, la magistrada Paula Millón, del Juzgado de Garantía de Quilpué, descartó el requerimiento, argumentando que la “inactividad” de la familia del empresario “ha impedido que se puedan tomar acciones de resguardo más rápido, más oportunas y urgentes”.
En conversación con La Radio, Valentina Correa afirmó que “me dolió esta acusación de que la familia ha sido inactiva, porque me pueden acusar de muchas cosas, pero de inacción imposible”.
De igual forma, recordó que previo al asesinato, su padre presentó una demanda de precarios, una demanda civil en 2019 “en contra de la empresa Relleno Controlado, cuyo representante legal es Renato López, quien resultó ser el asesino de mi papá y esa condena establece que el motivo del crimen fue el terreno”.
Añadió que en mayo de 2020, Luis Alarcón, quien estaba formalizado en la causa de usurpación, instaló en otra parte del predio un loteo, dando inicio así a la ocupación ilegal.
Por ello, Alejandro Correa ingresó una denuncia el 14 de mayo en Fiscalía por esa usurpación y al día siguiente se produjo su homicidio.
Valentina indicó que tras lo ocurrido con su padre, su primera preocupación fue el crimen, pero cuando notaron la proliferación de la toma “también entró la rabia y lo que yo fui a pedirle al Estado es que no me ponga a mí al frente porque yo sé que dentro de ese predio están los asesinos de mi padre”.
Por eso, es que al escuchar los argumentos de la jueza que rechazó el desalojo, reconoció haber sentido una “sensación de injusticia”.
Respecto al terreno, actualmente ocupado ilegalmente, Valentina detalló que su padre lo compró en 1995 en un remate de un banco y luego, en 2003, compró otros paños más pequeños en el mismo sector, logrando tener entre 12 a 13 hectáreas.
De ese total de hectáreas, indicó la hija de Correa, cuatro se puedan usar para construir hasta 800 viviendas sociales y anunció que próximamente presentarán un plano sobre el destino que pretenden darle al terreno junto a la Municipalidad de Quilpué.
Asimismo reconoció que no tiene relación con el Ministerio de Vivienda luego que este descartara el uso del terreno para la construcción de viviendas sociales. La mujer insistió que se requiere “voluntad política” para que dicho sector se convierta en un legado de su padre.
Revisa a continuación la entrevista completa a Valentina Correa: