La Cámara de Comercio de Rapa Nui puso la alarma por una aguda crisis económica que afecta al gremio turístico, y que ya se expresa en la baja de ventas en tiendas de productos básicos.
Autoridades de la Isla llaman al Gobierno a la reapertura, pero además, a intervenir de manera integral el territorio insular, incluso alertando un problema de salud mental que aumenta en Rapa Nui.
La reapertura de Rapa Nui es una demanda instalada hace varios meses. Las autoridades de la Isla han realizado gestiones con el Gobierno anterior y con el actual, y los compromisos del Ministerio del Interior, generan poca confianza en la zona.
Según dice su alcalde, Pedro Edmunds Paoa, las mascarillas, las vacunas y todo lo relacionado con la pandemia, allá ‘no es tema’. De hecho, están en estado de crisis por la dura situación económica que enfrentan los rubros de comercio y turismo de la zona, con la baja evidente del consumo, y la necesidad crítica del retorno de los visitantes.
Es una verdadera red de hoteles, residencias, restaurantes, ferias de artesanía, servicios turísticos, que prácticamente no está funcionando, y en el mejor de los casos, sobreviven de sus inversiones personales en el continente.
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Torea Laroche, presidente de la Cámara de Comercio de Rapa Nui, dice que desde que se acabaron los beneficios del Estado a finales del 2021, y se acabaron las posibilidades de optar a créditos, la crisis económica a nivel local, se ha acrecentado.
Una de las evidencias más notorias de que la intervención del Gobierno se hace urgente, es que el comercio de servicios y abarrotes, ya se empezó a ver afectada por la falta de liquidez de sus clientes.
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Laroche también piensa que hay un tema de salud mental. Muchos isleños no han podido ir a hacer chequeos médicos al continente, estudiar y desarrollarse, y hasta plantea que ya no es sostenible seguir alimentándose solo de lo que producen en la isla.
En el día a día, cuentan que ya se ve normal que las personas están vendiendo en las calles los frutos que tienen en sus patios, y como dice la frase conocida en Rapa Nui, vivir ‘del pescado y el camote’, se está tornando insostenible.