Este martes se realizó el cierre de la termoeléctrica Ventanas 1 que operaba en la comuna de Puchuncaví, en la región de Vaparaíso.
Sin embargo, agrupaciones medioambientales catalogaron la medida como un cierre de utilería ya que seguirán provocándose emisiones de carbón en la zona.
“La comunidad no tiene nada que celebrar”, señaló Hernán Ramírez, vocero de la fundación Terram. En sus palabras, aquí el “único que ganó es AES Gener, que recibirá en los próximos cinco años un subsidio que será pagado con el impuesto de todos los chilenos”.
Según indicó Ramírez, a su juicio esto “es un cierre de utilería”, porque el carbón que no quemará Ventanas 1, lo harán otras centrales termoeléctricas, así que no se reducirían los gases de efecto invernadero.
Por otra parte, el senador Juan Ignacio Latorre, manifestó que a su parecer, hay que adelantar el cierre de todas las termoeléctricas del país. “No sólo las que están más obsoletas y reemplazarlas por energías renovables”, aseguró.
En un discurso realizado por el presidente Sebastián Piñera señaló que “el plan original contemplaba el cierre de ocho centrales a carbón en un plazo de cinco años, pero estamos acelerando ese plan”, indicó la autoridad.
De acuerdo al Mandatario, a estas ocho se sumó el adelanto en el cierre de Mejillones I y II, además de la central Bocamina, lo que significará que se cerrarán 11 centrales a carbón antes de 2024.
Con el fin de Ventanas 1, esta pasará a un Estado de Reserva Estratégica (ERE) y estará disponible como respaldo sólo en caso que exista una situación excepcional o una crisis energética que ponga en riesgo la seguridad y suficiencia del sistema, para lo cual podrían ser requeridas por el Coordinador Eléctrico Nacional (CEN).
Las centrales que se encuentran en ERE pueden permanecer así por un plazo máximo de 5 años previos al retiro final.