Este martes la Diócesis de Valparaíso informó que envió al Vaticano las denuncias en contra del sacerdote Mauro Ojeda para que se inicie un proceso canónico, luego de finalizada la investigación previa que las consideró verosímiles.

Denunciantes del cura cuestionaron la forma y lentitud del proceso, criticando nuevamente la conducción del administrador apostólico de la zona, Pedro Ossandón, ya que acusan que no le cree a las víctimas y que nunca les ha dado acompañamiento.

El de ayer fue un comunicado breve, sin detalles sobre cuántas denuncias por abuso sexual incorporaron, ni la época en que los acusadores las sitúan.

En específico, la Diócesis de Valparaíso anunció durante las últimas horas que había finalizado la investigación previa en contra del sacerdote Mauro Ojeda, considerando verosímiles las denuncias, por lo que habían sido enviadas al Vaticano para realizar un proceso canónico que pueda determinar sanciones.

“El sacerdote continuará con las medidas cautelares, por lo que no puede realizar actos públicos propios del ministerio sacerdotal. Recordando que el denunciado tiene derecho a la legítima defensa por lo que el principio de inocencia se mantiene hasta la finalización del proceso canónico”, indicó el comunicado, el que agrega que acompañan a quienes han denunciado.

Eso sí, el documento fue cuestionado por denunciantes del religioso, quienes aseguran que no hay claridad sobre cuáles denuncias se incorporaron.

Además, negaron haber recibido algún tipo de acompañamiento por parte de la diócesis y acusaron que el administrador apostólico Pedro Ossandón sólo les ha dado la espalda.

Uno de quienes lo acusa de abuso sexual, Mauricio Pulgar, recordó que Ojeda construía una relación de confianza con los familiares de sus víctimas, además de que llevó a postulantes al seminario a una piscina, donde los hizo desnudarse para tocarles los genitales.

En ese sentido, Pulgar consideró que el proceso en contra del cura fue una burla, porque las denuncias vienen desde hace años y que la investigación tuvo resistencia por parte de Ossandón.

Sebastián del Río, quien también acusó a Mauro Ojeda por el mismo delito, coincidió en las críticas.

A su juicio, esta resistencia y demora en el caso da cuenta de un intento de protección al exobispo Gonzalo Duarte, a quien acusan de encubrimiento, y al obispo castrense Santiago Silva, quien asegura sabía sobre los actos impropios de Ojeda.

Todo esto además se da en medio de rumores sobre una eventual salida de Pedro Ossandón del Obispado de Valparaíso.