La Corte Suprema instruyó la restitución al Primer Juzgado Civil de Valparaíso de la jueza Patricia Montenegro, que había sido suspendida luego de que se conociera una grabación en la que arrojaba un líquido al asiento de una funcionaria.
El máximo tribunal rechazó la solicitud de remoción de su cargo que estaba presentada en la denuncia de Dina Pizarro, cuarta oficial del tribunal y víctima de la mayoría de los hechos, y también descartó el traslado de Montenegro a otro juzgado.
En la propia resolución, se tiene por cierto que la magistrado vertió líquido en el asiento de sus funcionarios en más de una ocasión, además de tener un trato descomedido, descortés e irónico y tratar de “tontos” y de “hambreados” a las personas que tenía a su cargo.
Sin embargo, la corte estimó que la hoja de vida de la magistrada es intachable y valoró los registros de personal que señalan que ese juzgado ha operado de manera eficiente a lo largo de los años gracias a su gestión.
Benjamín Ahumada, vocero de la Asociación Nacional de Empleados del Poder Judicial en la región, criticó la decisión y aseguró que ya han hecho gestiones y reuniones con la Corte Suprema, con la comisión de riesgo psicosocial y otras organizaciones, para que se haga un seguimiento al regreso de la jueza.
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El ministro Lamberto Cisternas Rocha, vocero de la Corte Suprema, aseveró que no hay forma de corroborar que la jueza no vuelva a cometer estos hechos, más que el aprendizaje tras la sanción disciplinaria.
El magistrado reconoció que no hay un sistema de seguimiento de las denuncias, algo que podría cambiar ya que al menos lo están estudiando, dado el contexto actual del Poder Judicial
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Cisternas agregó que los afectados podrían solicitar una indemnización de perjuicios, para que se resarzan los daños morales, pero advirtió que esto hay que demostrarlo.
El regreso de la jueza Montenegro vendrá acompañado por un coaching de clima laboral, y los trabajadores ya indicaron que van a monitorear a lo largo del tiempo que el funcionamiento pleno del Primer Juzgado Civil no sea a costo de malos tratos.