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Mujer fotografiada en Quintero por cámaras de seguridad cuenta el drama que vive día a día

13 abril 2019 | 12:22

La mujer que fue fotografiada por cámaras de seguridad besándose con un hombre en Quintero contó el drama que vive día día y cómo ha cambiado su vida tras el hecho.

En conversación con Radio Bío Bío de Valparaíso, la mujer admitió que incluso ha pensado en suicidarse producto del stress que le ha provocado la exposición pública.

“Es querer suicidarme, es querer desaparecer, no es vida para mi porque se ha destruido todo”, señaló a los micrófonos de La Radio la mañana de este sábado.

Además, reveló que el hecho -en concreto un solo beso- le ha generado crisis de pánico, angustia y una idea constante que todos la observan a través de cámaras. Estos dispositivos “están por todos lados”, dijo.

“La vida ya no es normal, es una vida completamente distinta”, añadió, puesto que, en ocasiones, se ha visto imposibilitada de salir a la calle dado que muchos la reconocen y se sienten con el derecho de hablar en su contra.

“Yo tengo el derecho de hacer lo que quiera con mi vida. Las cámaras se enfocaron netamente en mi persona, viendo dónde me dirigía, con quién estaba”, lamentó.

En esa línea, aclaró que se ha hablado de infidelidad, algo que dijo no es cierto.

“En ningún momento fui infiel, yo ya no estaba con mi pareja. Estábamos separados, dormíamos en distintas piezas. Los niños no estaban muy al tanto de esta situación”.

De esta manera, ante la exposición, decidió mostrarles ella misma los registros a sus hijos, quienes optaron porque dejara el hogar. “Mi vida cambió del cielo a la tierra”, señaló.

En cuanto a su exmarido, explicó que él jamás pidió seguirla ni fotografiarla. Las capturas se las hicieron llegar sin pedirlo, relató. “Mi expareja no tiene nada que ver, él no es el responsable”, recalcó a Bío Bío.

Producto de todo lo que ha vivido, criticó el actuar de las cámaras de seguridad de Quintero, motivo por el cual inició acciones legales con el objetivo de buscar a los responsables y obtener las sanciones correspondientes.

“Se les está pagando por un trabajo que tiene que ver con vigilar la seguridad, no vigilarme a mi”, espetó.

Sumado a lo anterior, admitió que tiene apoyo de sus familiares más cercanos y el de su trabajo, quienes sabían lo que atravesaba en su relación.

Por ello, cuenta con ayuda psicológica particular, puesto que no quiere acudir a ningún servicio público: tiene miedo que suceda lo mismo y vuelvan a filtrar aspectos privados de su vida a la opinión pública.