La Corte Suprema confirmó una condena que obliga al Fisco a pagar una indemnización total de 300 millones de pesos a familiares de una víctima del tsunami en la isla Robinson Crusoe.
En efecto, el tribunal confirmó la sentencia impugnada que estableció la falta de servicio del Estado de Chile al no dar la alerta de evacuación de la isla, por lo que no se permitió la oportuna evacuación de las personas que aquella madrugada se encontraban en el lugar.
Uno de los casos trata de María Angélica Pérez Germain, una artista desaparecida y declarada presuntamente muerta con motivo del tsunami que vino después del terremoto del 27 de febrero de 2010, el que afectó al archipiélago Juan Fernández.
Esto al rechazar el recurso de casación en contra de la sentencia, confirmando en fallo unánime la Tercera Sala del máximo tribunal la sentencia que estableció la falta de servicio del Estado de Chile al no dar alerta de evacuación de la isla Robinson Crusoe.
El fallo indica que la alerta emitida por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) no fue recibida por la mayoría de sus destinatarios, que no se verificó su recepción ni se usaron medios alternativos de comunicación.
Además, también señala que la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) no emitió autónomamente la alerta que contaba con teléfonos satelitales para hacerlo y también con los sistemas de alarma pública.
Remontándose a los hechos, según detalla el fallo, María Angélica Pérez estaba de vacaciones en la isla Robinson Crusoe junto a su pareja, hospedándose en una cabaña en el sector de El Palillo, a 35 metros del borde costero.
Esa madrugada, el agua ingresó de forma masiva al lugar, arrastrando a la mujer. En tanto, su pareja, quien corrió mejor suerte, logró flotar dentro de la cabaña y luego fue arrastrado por una ola hasta la costa, sin saber qué ocurrió con Pérez.
María Angélica Pérez es reconocida como una artista, hablaba cinco idiomas, estudió Historia en la Universidad Católica y, al mismo tiempo, Estética, posteriormente viajó a España e hizo un doctorado en Arte Contemporáneo en la Universidad de Barcelona. En 2005 regresó a Chile y entró al Museo Nacional de Bellas Artes.
Entre sus principales exposiciones individuales, se destacan, entre otros, el Paisaje de la Virtud, Centre Cívic Convent de Sant Agustí, Barcelona, España (1999-2000); Tepuro, Centro de Extensión U.C, Santiago, Chile (2001); Acción Sumergir, Barcelona, (2001); Hitonocha, Kyoto Art Center, Kyoto, Japón (2002); Tacte, Galería de Arte Patricia Ready, Santiago, Chile (2005).