“Fue una situación horrible”. De esa manera describió Paula Muñoz la muerte de la perrita que pasó seis horas encerrada en un automóvil en Viña del Mar.

Paula relató que, junto a dos amigos, habían parado en el mirador Prat de Recreo, Viña del Mar, y estaban dentro de su vehículo cuando, luego de bastante rato, su amiga se dio cuenta de que “al lado se estaba moviendo un canil”.

Fue entonces que notaron que se trataba de una mascota, que se encontraba al interior del móvil, a pesar de que “habían unos 27 grados en ese momento y eso que nosotros estábamos con aire acondicionado”, dijo a BioBioChile.

Comenzaron a pedir ayuda de manera desesperada, junto a un cuidador de autos, intentando -de paso- encontrar al dueño del animal y del vehículo.

La situación no hizo más que empeorar, ya que “intentamos hacer sonar el auto, golpear las ruedas y resulta que el auto no tenía alarma de seguridad, por lo que no sonó”.

Muñoz confirmó que fue el cuidador quien tiró una piedra para romper el vidrio y así poder sacar a la perrita. Sin embargo, precisó que “fue una decisión que tomamos entre todos”.

Luego de romper el vidrio, intentando hacer el menor daño posible al vehículo, la perrita fue sacada del lugar, pero murió. Sufrió “un paro cardíaco o una convulsión”.

La estudiante detalló que “fue muy tarde para rescatarla, ya que estaba asfixiada, babeada, toda mojada y con la lengua morada, casi negra”.

Momentos más tarde llegó el dueño del vehículo y su actitud no hizo más que sorprenderlos. De acuerdo a la joven, el hombre los acusó de ser los responsables de la muerte de su mascota.

Y la situación no terminó ahí, ya que cuando Carabineros se hizo presente en el lugar, el acomodador quedó detenido por los daños provocados al vehículo. Situación que fue decidida por el fiscal de turno, ya que “los carabineros nunca quisieron detenerlo“.

El motivo, de acuerdo a Paula Muñoz, fue que -según el fiscal- le “interesaba saber quién había roto la ventana del auto, porque nadie tenía derecho a romper el auto de otra persona”.

Finalmente, la estudiante buscó junto a sus amigos establecer una demanda contra el fiscal por su actuar, reconociendo que “no fuimos muy tomados en cuenta”, aunque añadió que una mujer pudo llevar adelante dicha acción, quien está intentando ubicarla y así poder sumarse a la iniciativa.