El Obispado de Valparaíso mintió al fiscal Sergio Pérez, quien lideró el allanamiento a las dependencias de la iglesia porteña, en el marco de la investigación por delitos sexuales que involucran a clero nacional. Al menos así quedó en evidencia en un informe firmado por el propio persecutor, ratificando lo dado a conocer por Radio Bío Bío.
El Ministerio Público de O’Higgins envió el documento -al que accedió La Radio- a la Corte de Apelaciones de Rancagua, lugar donde se tramita el reclamo de la Iglesia, luego de que no se avisara del procedimiento con 48 horas de anticipación, tal como establece la legislación en recintos religiosos.
Según indica el persecutor en el informe, durante la diligencia realizada el 13 de septiembre pasado -en paralelo a lo ocurrido en Osorno, Chillán y Concepción– Pérez se reunió con el vicario judicial, Luis Meneses Iturrizaga, quien se “mostró reacio a colaborar”.
En primer lugar, el sacerdote “cuestionó la firma electrónica de la orden”. Luego, condujo al funcionario a una oficina donde habían tres cajas con las investigaciones. Allí, el fiscal le consultó si esas contenían todas las denuncias e indagaciones “que se habían realizado en el obispado durante los 30 años que el señor Meneses había trabajado en dicho lugar, y éste lo afirmó”.
No obstante, de acuerdo a Pérez, “en el subterráneo del edificio, en una de las múltiples habitaciones que había, específicamente en una suerte de ‘medio piso’ encontré una serie de documentos bajo una manta, correspondiente a expedientes y otros documentos relevantes para la investigación, distintos a los entregados previamente por el señor Meneses”.
Y no sólo eso, puesto que también en la “curia diocesana, donde se ubica la oficina del obispo” fue incautada documentación relevante para la investigación.
En Valparaíso, el obispado local se ha visto afectado por acusaciones de encubrimiento y abuso al exobispo Gonzalo Duarte, quien fue remplazado hace un par de meses en su puesto.