El mar literalmente devolvió carbón la mañana de este viernes en la playa de Ventanas, región de Valparaíso.

La emergencia -conocida como varamiento de carbón- dejó una extensa mancha negra en la arena, de unos 900 metros, producto del derrame del mineral.

El hecho se da en medio de la decisión de la Armada de multar a las termoeléctricas de la zona por la reiterada aparición de carbón, que según los denunciantes llegan a 300 desde 2008 a la fecha.

Hernán Ramírez, de la organización medioambiental Dunas de Ritoque, dijo que este año ya hay 100 varamientos del mineral en las playas de la zona, y éste se caracteriza por ser el de mayor extensión.

En tanto, el abogado César Barra -cuya firma jurídica está representando a casi 400 pescadores que están denunciando a Puerto Ventanas S.A, por su responsabilidad en varamientos permanentes en la última década– criticó la falta de control de los procesos de carga y descarga del carbón.

Dichos procedimientos -aseguró- afectan constantemente al sector y según el abogado, el mineral fue considerado como una sustancia nociva por el Ministerio de Salud.

En esa línea, Barra sostuvo que la empresa Puerto Ventanas tiene demandas acumuladas por daño patrimonial y económica al trabajo de la pesca artesanal, por este tipo de hechos.

Dentro de las exigencias de los pescadores y la ONG Dunas de Ritoque se encuentra la solicitud de conformar una comisión investigadora en la Cámara de Diputados, la que considere en su carpeta este hecho contaminante.

Pablo Kast, diputado del Distrito 6 y uno de los solicitantes de la instancia, dijo que lo ocurrido esta mañana deberá ser considerado, porque el objetivo de la comisión es conocer los mecanismos de seguridad en el trabajo de las empresas en el sector.

En el lugar, personal de la Seremi de Medio Ambiente, de la Gobernación de Valparaíso y de la municipalidad de Puchuncaví se han mantenido realizando mediciones y recabando testimonios de habitantes de la zona, con el objetivo de definir responsabilidades por el hecho.

Eso sí, se desconocen las circunstancias en las que el material cayó al mar, pero -según acusan pescadores del lugar- el hecho ocurrió a sólo 1 kilómetro de una de las cuatro termoeléctricas de AES Gener emplazadas en el sector, siendo un total de cinco las empresas que podrían estar involucradas.

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