Una compleja historia vive una enfermera de Rancagua, desde que, a mediados del 2020, un inescrupuloso/a está haciendo de las suyas con sus datos personales para suplantarla en trámites online que, literalmente, le liquidaron la última parte de su vida.
Así es como describe Malory Albornoz Jiménez, la pesadilla que vive desde junio del año pasado.
“Vivo atemorizada”, dice a la Unidad de Investigación de BioBioChile.
La suplantación específicamente ha sido para “quitarle” los permisos de salida, que se obtenían a través de Comisaria Virtual en plena cuarentena por covid-19 y también para los retiros legales de sus 10% de AFP.
Lamentablemente, nadie le ha respondido de buena forma y dado una solución real, por lo que, según la profesional de la salud, fue hizo necesario informar sobre su drama.
Dice que vive en constante miedo, que no se atreve a comprar nada que implique un compromiso mayor, como una casa o cambiar el automóvil, y que el daño ha sido inevitable.
Esta es su historia…
Permisos virtuales
“Sufro suplantación de identidad desde hace más de un año”, dice Malory Albornoz.
Cuenta que en julio de 2020 se percató que estaban utilizando sus permisos temporales de Comisaría Virtual, por lo que no pudo usarlos para hacer compras, ni movilizarse los fines de semana, a ningún lugar.
“Estaba detenida en mi casa y no sabía qué pasaba”, agrega.
Explica que llamó a Carabineros de Comisaría Virtual, donde le dijeron que, efectivamente, alguien estaba haciendo mal uso de sus datos personales y le sugirieron denunciarlo ante la unidad policial de su comuna.
“Fui a hacer la denuncia Carabineros de la Primera Comisaría de Rancagua y no pude, no me dejaron, y tuve que dejar solo una constancia de lo que había pasado”, destaca la profesional de la salud.
“El carabinero que me atendió me dijo que, si no le daba un nombre, esto no iba a pasar a mayores, porque, según él, cuesta encontrar a un culpable si no tenía a alguien como sospechoso. Por eso solo quedó como constancia”, explica, por increíble que parezca.
El punto es que le siguió pasando lo mismo y volvió a llamar a Comisaría Virtual donde le indicaron que lo que debió dejar escrito el oficial de Rancagua era una denuncia y no una constancia, como erróneamente actuó.
“Actualmente, entiendo que está en un proceso interno de investigación de Carabineros, en que incluso me llamaron de la Fiscalía de la institución para declarar”, destaca.
Esa denuncia sigue su curso, además, es investigada por el Ministerio Público.
El 10 del 10%
Lo que más agotó su paciencia vino después, ante la imposibilidad de realizar los retiros de las AFP, también por el mismo problema de suplantación de identidad.
Lo extraño de su historia es que, a nombre de la enfermera Albornoz, solicitaron el 10% de total que podía retirar de su fondo de pensión, cuando fue aprobado por ley. En otras palabras, algo así como el 10 del 10% del monto total autorizado para sacar de su cuenta de ahorro individual.
Es más, ni siquiera el dinero fue a parar a una cuenta ajena, dice, sino que fue depositado por la AFP PlanVital en una cuenta RUT antigua de Malory Albornoz que poseía en el BancoEstado.
Todo un caso, porque, aunque quisiera, ya que otra persona lo había hecho por ella, no podía acceder al otro 90%.
Al parecer, solo lo hicieron para hacerle daño y vaya que lo consiguieron.
“En septiembre del año pasado, cuando fui a revisar y quería sacar mi primer diez por ciento, no pude. Habían puesto datos que no eran, como el mail, el banco, que ya no era el mío, y el número de celular no correspondían. Nada de lo que habían puesto en la AFP era lo que usaba”, comenta.
Inmediatamente, Malory Albornoz se comunicó con AFP PlanVital para denunciar lo ocurrido.
“Llamé y me mandaron a una sucursal en Rancagua que estaba quemada. Después de eso, tuve que hacer el reclamo vía Internet y me dieron respuesta de la Superintendencia de las AFP y dieron orden que de devolvieran ese dinero”, agrega, sumando más cosas increíbles.
El problema es que, aunque se veía poco probable, le volvió a pasar, por segunda vez. Esto sigue…
La repetida
Así, la pesadilla se repitió en diciembre. Y, la misma “gracia”.
Alguien solicitó, de nuevo, el 10% del monto total que podía retirar en el segundo retiro y, por ende, tampoco pudo sacar la totalidad de su dinero.
“En la AFP volvieron a cometer el mismo error, con el mismo carnet, los mismos datos que no correspondían, hicieron lo mismo en el segundo retiro”, menciona.
Hizo la denuncia en Fiscalía, reclamó a la AFP, pero hasta ahora no ha tenido respuesta.
Mejor explicado, desde PlanVital la llamaron, pero al día siguiente de que fueran contactados por este medio para que respondieran, debido a que esta denuncia sería publicada.
“Lo más raro es que cuando pedía información, me decían que yo había hecho el retiro, por lo tanto, no podían darme nada. Después de un mes, de requerir la información de lo que había pasado con el primer retiro, me dicen que habían depositado el dinero en una cuenta que no uso hace 10 años”, indica.
Incluso, dice, que es imposible que la citada AFP tuviese esa cuenta en sus registros, porque cuando entró a trabajar ella ya tenía cuenta corriente en otro banco, esto hace ocho años.
“Tuve que ir al BancoEstado a pedir mis claves para poder sacar ese dinero de la cuenta, que era, como he señalado, el 10% del monto total que podía sacar de la AFP”, añade.
Malory Albornoz dice que después de tanto reclamar la AFP accedió a traspasarle el 90% de monto restante del primer retiro, que le faltaba, lo cual, para lamentación de la enfermera, igual fue depositado en la misma cuenta RUT que no utilizaba. Otro fail insólito.
“Les había dicho que no usaba esa cuenta y lo volvieron a hacer, depositando lo que me faltaba del primer retiro, pero, respecto de lo que me pasó con el segundo retiro, hasta hoy, julio de 2021, no he tenido respuesta”, destaca.
Todo bloqueado
A partir de la historia de terror que vivió, la enfermera rancagüina bloqueó todo lo que podía para no verse afectada con otras transacciones.
“Es complejo porque representa la vulnerabilidad en su máxima expresión. Traté de buscar ayuda en todos lados, donde se debiese pedir, con Carabineros, con la AFP y la Superintendencia y hasta ahora no he tenido respuesta. Cambié todas mis claves, he cerrado cuentas”, destaca.
“No he podido pedir créditos en bancos, no he accedido a compras porque no quiero que después aparezca que estafé a alguien, sin tener idea de lo que pase. Ahora, ¿Cómo siguió ocurriendo esto, si desde la primera vez, cambié todo en la AFP para tener seguridad?”, agrega.
Con lo ocurrido con los dos primeros retiros, además, Albornoz dice que no quiere ni meterse a sacar el tercer retiro, aprobado por ley en mayo pasado.
En cuanto a sospechas asegura que no conoce a nadie que pueda hacerle semejante daño, sin embargo, sus dudas apuntan a un extrabajo, aunque prefiere que eso sea parte de la indagación.
Lo que quiere dejar en evidencia, eso sí, es la negligencia de la institución policial y de la AFP.
Lo que responden
Ante la consulta de BBCL, la AFP indica que “de acuerdo con la información que manejamos, ya se tomó contacto con la afiliada para conocer los detalles de su problema, y darle así una pronta solución”
“AFP PlanVital ha cumplido con los procedimientos instruidos por la Superintendencia de Pensiones para el retiro de 10%, que busca facilitar el proceso de cara a los afiliados. En este mandato, uno de los controles importantes tiene que ver con validar que el pago se realice a una cuenta bancaria personal del afiliado, como sí ocurrió en este caso”, agrega la firma de pensiones.
Carabineros de la VI Zona (O’Higgins) indicaron que “efectivamente hay un proceso administrativo (sumario administrativo) que lo está realizando la Fiscalía Cachapoal que investiga la veracidad de los hechos denunciados por la Malory Albornoz, para poder establecer responsabilidad, si la hubiera”.
La Superintendencia de Pensiones y la Fiscalía de O’Higgins NO respondieron a los requerimientos de BBCL para este reportaje.
Recomendaciones
Miguel Sanhueza, director de Utemvirtual, entrega a los lectores de BBCL algunos consejos para evitar la vulneración de claves en Internet.
“Lo primero que debe hacer en estos casos es tener cuidado con que nuestras claves no se hagan públicas. Muchas veces usamos sistemas de navegación WIFI públicas, en las cuales, no aseguramos, cuando ingresamos una clave a un sistema reservado, ésta no pueda estar siendo compartida por terceros”, dice.
“Otro elemento a considerar es que a veces compartimos nuestras claves con amigos o cercanos, considerando que nos pueden hacer un favor, cuando lo requerimos”, agrega.
Sanhueza enfatiza en que las claves deben ser reservadas y, lamentablemente, subraya, que muchas veces las claves que se usan son muy fáciles de ser usadas.
“Es recomendable que las claves tengan a lo menos tres características distintas, letras, números, mayúsculas o minúsculas, y signos. También se debe navegar en sitios seguros, muchas veces aparecen ventanitas, llamadas popapps, que ofrecen algo y uno tiende a pincharlas. Usualmente, pueden traer algunos programas maliciosos que capturan información”, dice el experto.
Si ocurre alguna vulneración, el mismo académico explica que es necesario salvaguardar la información bloqueando las cuentas, avisar a las autoridades competentes y, por último, actualizar todas las claves. La tecnología puede ser bendita o maldita, sin términos medios.