Con honores del Cuerpo de Bomberos de Chillán, que elevó sirenas y un arco de agua al paso del cortejo por calle El Roble, fueron despedidos, este viernes, los restos del médico Arturo Osses Villagrán, quien se encontraba en un delicado estado de salud desde mediados de 2021, falleciendo el pasado miércoles en la Clínica Bío Bío de Concepción.
Arturo Osses recibió también los honores de sus hermanos de la Logia Tolerancia N°12 de Chillán, a la cual pertenecía desde 1977, aunque fue iniciado en la masonería en la ciudad de Los Ángeles, en 1967. Como parte de la orden masónica, fue exaltado al grado de maestro en el año 1979, y elegido venerable maestro y máxima autoridad logial en el período 2006-2007.
“Fue un persona generosa, sencilla y dedicada a servir a los demás. Su tiempo libre lo repartía entre su logia, su familia y sus pacientes. Porque uno de sus grandes amores fue su profesión, dedicándose a los más necesitados, a aquellos que no podían pagar una consulta, a quienes atendió hasta el año 2020 en el inicio de la pandemia”, fueron palabras de sus hermanos de Logia, durante sus funerales que tuvieron lugar en el Parque Las Flores de Chillán.
Arturo Osses nació en Lota el 7 de septiembre de 1933, donde recibió su Educación Básica. Posteriormente, en la ciudad de Concepción, recibió su Educación Media, para luego obtener el título de Médico Cirujano otorgado por la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, en 1964. Además recibió certificados de médico especialista en Traumatología y Ortopedia, en Chile.
Su primera experiencia como General de Zona, fue en la localidad de Santa Juana, y posteriormente, en la ciudad de Nacimiento, donde será recordado por confeccionar la primera incubadora manual para bebés prematuros. Igualmente fue reconocido por el Colegio Médico por su aporte a la erradicación de la malnutrición infantil, dejando una destacada labor en la zona.
En el año 1979, participa como miembro fundador del Colegio Concepción de Chillán, dando respuesta a la inquietud de un grupo de padres preocupados por entregar una educación laica, pluralista y fraternal a sus hijos.
También, a partir de 1980 integró las filas del Cuerpo de Bomberos de Chillán, específicamente de la 4ta Compañía, con más de 30 años de servicio como médico de la institución.
Fue casado con Marta Zapata Wattam, con quien tuvo dos hijos, Doris y Rodolfo, y tres nietos: Sebastián, Matías y Carlos.