A 40 años de la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Argentina, los alcaldes de Punta Arenas, Claudio Radonich, y de Río Gallegos, Pablo Grasso, emitieron una declaración conjunta resaltando el impacto histórico del Tratado de Paz entre Chile y Argentina. Asimismo, lamentaron la falta de protagonismo de los actuales “gobernantes” en su conmemoración.
En el documento, los líderes comunales destacaron que el tratado evitó un enfrentamiento bélico que habría tenido graves consecuencias para ambos países, especialmente en el extremo sur, donde las familias están profundamente entrelazadas a ambos lados de la frontera.
“El diálogo y la voluntad de los gobiernos reflejada en la aceptación de la mediación del Vaticano fue la mayor victoria de ambos pueblos”, señalaron.
La declaración también subraya que, de no haberse alcanzado el acuerdo, “nuestra historia habría tomado derroteros impensables, con una estela de ruina y muerte para nuestros pueblos”.
Ambos alcaldes hicieron un llamado a los líderes actuales para que promuevan y respalden este tipo de conmemoraciones, enfatizando la importancia de mantener viva la memoria de este logro. “Lamentamos que en esta oportunidad no hayan estado a la altura”, expresaron.
Revisa la declaración aquí:
Acto conmemorativo en el Vaticano
La declaración conjunta se dio en el marco de un acto conmemorativo celebrado en el Vaticano, encabezado por el Papa Francisco, en el que participó el canciller chileno Alberto van Klaveren. Sin embargo, la ausencia del canciller argentino Gerardo Werthein marcó la jornada.
El Tratado de Paz y Amistad, firmado el 29 de noviembre de 1984, fue el resultado de una mediación liderada por el Vaticano, tras una serie de tensiones derivadas del conflicto del Canal Beagle. La dictadura argentina de la época había rechazado un laudo arbitral favorable a Chile y planeado una invasión militar en 1978.
El mal tiempo y la intervención del Papa Juan Pablo II, quien designó al cardenal Antonio Samoré como mediador, evitaron la confrontación. Este esfuerzo culminó en un acuerdo que estableció la soberanía chilena sobre las islas Picton, Nueva y Lennox y puso fin a las disputas territoriales entre ambos países.
A lo largo de las últimas cuatro décadas, diplomáticos y autoridades de ambas naciones han señalado que este acuerdo no solo aseguró la paz, sino que también estableció las bases para la colaboración y el progreso mutuos.
El próximo 29 de noviembre se celebrará oficialmente el 40° aniversario de este tratado.