El primer caso de delito sexual y violencia de género en territorio antártico chileno, se dio a conocer este viernes en el Juzgado de Letras y Garantía de Cabo de Hornos, donde la Fiscalía formalizó a un biólogo que se encontraba en el continente blanco.
Tras dejar el territorio y volver a Santiago, la víctima -una ciudadana francesa- sufrió depresión, ante lo cual al imputado se le denunció.
Durante la jornada de ayer se le formalizó como autor de delito de violación, tal como lo señaló el fiscal regional de Magallanes, Cristian Crisosto.
“Formalizamos investigación ante el Juzgado de Letras de Cabo de Hornos, a un científico chileno por el delito de violación, cometido en perjuicio de una víctima mujer, en razón de su género”, manifestó el persecutor.
Añadiendo que “la fiscalía está comprometida con nuestro plan de investigación preferente para delitos vinculados a violencia de género y, particularmente, los delitos sexuales que afectan a las mujeres”.
“Estamos comprometidos para investigar estos delitos que ocurren en lugares tan remotos y desafiantes de nuestro territorio nacional”, precisó Crisosto.
El Ministerio Público detalló que este es el primer caso de delito sexual y violencia de género en territorio antártico chileno.
Tras la formalización, el imputado quedó con las medidas cautelares de arraigo nacional y la prohibición absoluta de comunicarse o acercarse a la víctima, mientras duren los seis meses que se fijaron para el cierre de la investigación.
Biólogo acusado de violación en Antártica chilena
El imputado, identificado como Jorge Gallardo Cerda, escuchó de parte del fiscal Crisosto, respecto del inicio de una investigación en su contra por los hechos registrados en la Península Bayer, extremo oeste de la Isla Livingston, en el territorio antártico chileno, en el 2019.
La víctima, ciudadana francesa de iniciales F.A.L.G, de 31 años, en esa fecha se encontraba participando de una expedición antártica, en compañía de tres personas más, entre ellos el imputado.
El campamento base se distribuía en dos carpas, para dos personas cada una. Una de ellas era ocupada por el imputado y la víctima, dada la relación de amistad que existía entre ellos, ya que habían compartido en una expedición anterior.
En este contexto, el día 24 de febrero del 2019, en horas de la mañana, estando ambos dentro de la carpa, “el imputado, aprovechándose de las condiciones de la expedición, esto es un lugar extremo, aislado geográficamente, y mientras la víctima aún estaba descansando, en posición boca abajo, aplastó a la víctima con su propio cuerpo, incapacitándola para moverse, accediéndola carnalmente, pese a que la víctima le solicitó en varias oportunidades que no lo hiciera”.
“Luego de lo anterior, la mujer logró salir de la carpa, alejándose del campamento base, para posteriormente regresar disimulando lo que había pasado con sus compañeros, actitud que mantuvo hasta que regresaron a Santiago, cuando la salud mental de la víctima empeoró, sumiéndose en una depresión”, señaló el persecutor.
Los hechos antes descritos son constitutivos del delito de violación, en carácter de consumado, donde le cabe la calidad de autor al imputado, indicó el fiscal.