Un padre y su hijo quedaron en libertad tras una condena por nueve delitos de violencia intrafamiliar en Punta Arenas, en contra de la pareja y madre de los acusados, respectivamente.
A ambos sujetos se les imputaron lesiones menos graves, amenazas y desacato.
De acuerdo con la prueba presentada por el fiscal Oliver Rammsy, los hechos se produjeron entre 2020 y 2022, donde en reiteradas oportunidades los imputados habrían agredido simultánea y reiteradamente a la mujer, además de otros episodios de violencia, incumpliendo ambos la prohibición que tenían por parte del Tribunal de Garantía de Punta Arenas de acercarse a la víctima.
Padre e hijo quedan en libertad por delitos de VIF en Punta Arenas
Tras lo alegado por el Ministerio Público y la defensa, los jueces del Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas la semana pasada habían decidido condenar a los sujetos, por lo que ayer se hizo la lectura de sentencia.
El hijo deberá cumplir una pena de cárcel efectiva de 334 días, sin embargo, en el fallo se precisa que se dará por cumplida la sentencia, ya que el sujeto estuvo cumpliendo la medida cautelar de arresto domiciliario nocturno en ese tiempo. Los delitos de los cuales fue hallado culpable eran dos de lesiones menos graves, tres de desacato y uno de amenazas simples, todos en contexto de violencia intrafamiliar.
El padre por su parte, deberá cumplir la pena de 744 días de reclusión nocturna, siendo además condenado por conducción de vehículo motorizado en estado de ebriedad, luego de huir de la casa de la víctima tras una de las agresiones. El hombre estaba en prisión preventiva, pero dada la sentencia, se ordenó su libertad. Los delitos de los cuales fue hallado culpable eran tres por desacato en contexto de violencia intrafamiliar y uno por manejo en estado de ebriedad. Fue absuelto de dos imputaciones por amenazas simples y uno por daños simples, todos en contexto de violencia intrafamiliar.
Cabe indicar que ambos sujetos tendrán prohibición absoluta de acercarse a la víctima a más de 100 metros por los próximos dos años y deberán someterse a un programa de terapia familiar, a lo menos por seis meses.