A 16 años de cárcel fue condenado un hombre que abusó y violó en reiteradas oportunidades a su hija en Punta Arenas, en la región de Magallanes.
El Tribunal Oral en lo Penal de esta ciudad lo sentenció por tres delitos sexuales, incluyendo almacenamiento de pornografía infantil.
De acuerdo con los hechos que se acreditaron tras el juicio, los ataques sexuales se iniciaron el 2008, cuando la niña tenía cinco años de edad. El padre le hizo tocamientos en la zona corporal y genital en el domicilio del grupo familiar.
La víctima reveló los abusos a su madre, pero el sentenciado acalló cualquier intento de denuncia con amenazas mediante un arma de fuego. “Les señaló que podía matarlos si hablaban algo”, dice en los hechos acreditados por la sentencia.
Hombre cometió agresiones sexuales en moteles de Punta Arenas
Las agresiones sexuales se extendieron hasta el 2017 y escalaron de gravedad con el avance del tiempo. Desde que la menor tenía 10 años, el condenado la retiró de su colegio durante las mañanas para llevarla a moteles de Punta Arenas. También la violó al interior de un vehículo en sectores periféricos de la ciudad.
Durante la investigación, las policías descubrieron además material pornográfico infantil en un computador del acusado. Encontraron 74 videos y dos fotografías donde figuraban menores de edad realizando conductas sexuales con adultos.
En tanto, los ataques se paralizaron con las estadías en la cárcel del acusado, quien registra condenas por delitos de violencia intrafamiliar y disparos injustificados. La víctima develó los hechos en 2019, cuando se le había otorgado la libertad condicional a su padre.
Hombre es condenado por tres delitos sexuales
Antes de sentenciarlo, el tribunal analizó a casi 15 personas que declararon durante el juicio. Entre los testigos estuvo la víctima, miembros del grupo familiar y funcionarios de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales (Brisex) de la PDI. También examinaron informes médicos y la prueba documental ofrecida por la Fiscalía.
Rendida la evidencia, el tribunal lo condenó a 10 años de cárcel por violación y otros cuatro años por abuso sexual, ambos en carácter de continuados y perpetrados contra una menor de 14 años. Respecto a la pornografía infantil, los jueces le impusieron 800 días de prisión.
Como pena accesoria, el hombre no podrá ser oído como pariente de la víctima en los casos que la ley designa. Una vez que abandone la cárcel, cada tres meses tendrá que informar sus cambios de domicilio durante 10 años. Además, no podrá desempeñar labores que involucren a menores de edad.