En marzo de 2020 vino el cambio radical. Las autoridades nacionales decretaron una serie de medidas restrictivas para evitar que el virus que causa la covid-19 se propagara.
Fue mediante decreto presidencial, que las autoridades optaron por cerrar todos los pasos fronterizos del país, tanto aéreos como marítimos y terrestres.
La situación provocó que cientos de familias dejaran de encontrarse, debido a que en la Región de Magallanes o en las provincias argentinas de Santa Cruz y Tierra del Fuego, existen muchos familiares repartidos entre ambos territorios.
Familias chilenas que cruzaban casi todos los fines de semana para verse en Río Gallegos, Río Turbio o Río Grande, o en otros sectores cercanos. Incluso muchos argentinos “cruzaban el alambre” para ver a sus familiares a Chile, una tradición muy común del habitante del confín del mundo, de compartir en familia, interrumpida por la pandemia.
Los ciudadanos, tanto chilenos como argentinos, esperaban que dicha medida restrictiva fuera por un corto periodo de tiempo, pero nada de eso sucedió.
El número de contagios, tanto en Magallanes como en la provincia de Santa Cruz, eran terribles. Hubo semanas en que los casos de covid llegaron a 300 diarios, lo que impedía siquiera evaluar reabrir los pasos fronterizos. Vía telefónica, los familiares se enteraban del fallecimiento de una tía, de un primo, de un abuelo; peor aún, de un padre o madre, y sólo se podían despedirlos mediante una oración, porque cruzar la frontera era imposible.
Pero a casi de dos años de que las fronteras permanecen cerradas y con un panorama sanitario más favorable, el gobierno aún no da luz para que los pasos fronterizos en el sur de Chile y Argentina se abran.
“Viví a distancia la muerte de mi papá, hermano y primo por covid”
Hace algunas semanas, el ministro de Economía, Lucas Palacios, anunció la apertura del Paso Fronterizo Río Don Guillermo, a partir del próximo 1 de enero. Sin embargo, dicho paso no sirve a los habitantes de Río Turbio, de Natales, de 28 de noviembre o de Río Gallegos, ya que la cantidad de kilómetros a recorrer hacia y desde él es extensa, y tanto para los ciudadanos argentinos como chilenos, dicho paso se abre sólo con fines turísticos, ya que con él se puede unir a Torres del Paine con los glaciares de Perito Moreno, en Calafate.
Nuestro medio asociado Pingüino Multimedia, conversó con diferentes personas que se han unido tanto en Chile como en Argentina, con el fin de hacer fuerza para que las autoridades los escuchen y puedan abrir otros pasos fronterizos, como el Paso Fronterizo Dorotea, el cual une a Puerto Natales con Río Turbio en tan sólo 30 kilómetros.
La agrupación se organizó hace algunos meses, llevando por nombre “Queremos ver a nuestros familiares”, y fue creada por la ciudadana argentina radicada en chile, Carolina Malatesta.
La dirigenta creó este movimiento, el cual ya se encuentra en las diferentes localidades del sur de Argentina y también en varias ciudades de Magallanes, tras una dolorosa pérdida personal. “Haber perdido a mi tía Ali en Río Gallegos por un ACV (accidente cerebrovascular) y no poderle dar ese abrazo a mi familia fue tan difícil. Ese momento me impulsó a comenzar algo que pensé y soñé durante éstos dos años en que no he visto a mis padres, hermanos y tíos”, dijo Malatesta.
Otros de los testimonios que pudimos recoger es el de Soledad Cárcamo, quien es chilena pero vive hace 25 años en Río Gallegos.
Cárcamo manifestó que “durante éste tiempo ha sido muy difícil todo, desde lejos, desde la distancia he tenido que vivir el fallecimiento de mi papá, de mi hermano y de un primo a causa del covid, lo cual ha sido muy fuerte. Jamás pensamos que de la noche a la mañana no nos podríamos volver a ver y que, con ellos, no nos volveríamos a ver nunca más. Esta pandemia nos ha marcado. Somos una familia tremendamente unida. Nos visitábamos por lo menos una vez al mes y estos casi dos años han sido realmente trágicos, por eso esperamos que las autoridades nos permitan poder volver a ver a nuestros familiares, que vuelvan abrir las fronteras. Hay pasos fronterizos que podrían habilitar y no importa que impongan protocolos, lo importante es que podamos volver a ver a nuestra familia”.
Otro testimonio es el de Javier Agesta, quien vive en Puerto Natales, y pertenece a la localidad de Río Turbio. El ciudadano argentino expresó que “no puedo entender que estando a sólo 30 kilómetros de mi familia no pueda verlos. No puedo creer que tanto autoridades chilenas como argentinas que saben que el sur de chile que en la Patagonia somos familias binacionales, no abran los pasos fronterizos, eso es inhumano, es algo que no debería suceder, no puedo entender que en otros puntos del país si estén abiertas las fronteras y acá en donde todos tenemos familias en ambos lados las autoridades aún no quieran abrir los pasos fronterizos, yo espero y sueño poder ver pronto a mi familia, he perdido amigos, amigas, familias y me gustaría poder volver a verlos, aunque sea en su tumba. El poder rendirles un adiós. Nosotros sabemos que las autoridades locales no pueden hacer mucho, pero si pueden interceder con las autoridades nacionales y esperamos que por lo menos eso hagan”.
Finalmente, Macarena Catalán, quien tiene a sus padres en Río Gallegos, señaló que “yo gracias a Dios no he perdido a ningún familiar y soy una bendecida por eso, pero hoy mi padre está con cáncer, lo tiene controlado, pero quiero estar con él, quiero acompañarlo y espero poder lograrlo. Las autoridades tienen que entender que vivir en la Patagonia no es lo mismo que vivir en Buenos Aires o en Santiago. Vivir en la Patagonia es tener familiares en distintos países, en Argentina y en Chile y eso pareciera que las autoridades se han olvidado. Lo importante es que nosotros podamos ser capaces de transmitir este mensaje, hacernos escuchar y le agradezco a Carolina Malatesta, quien creó esta agrupación y que hoy estamos siendo escuchados. Pero no basta con eso. Necesitamos ver acciones y por sobre todo que la ciudadanía nos apoye”.
Hasta la fecha aún no existe noticia respecto de que los pasos fronterizos se vayan abrir, sin embargo, desde la agrupación señalan que seguirán dando la lucha.