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Más de 58 mil habitantes de la región de Los Ríos se desempeñan en empleos informales, lo que equivale al 32,5% de la población trabajadora en el trimestre abril-junio de 2024, según el INE. Esta situación plantea un riesgo para estos trabajadores en caso de accidentes o enfermedades laborales, ya que carecen de acceso a seguridad social. En contraste, los ocupados formales aumentaron a 121.191 personas, destacando el incremento en la participación femenina en este tipo de ocupaciones. Las consecuencias de la informalidad laboral incluyen la ausencia de cotizaciones para la salud y la jubilación, lo que puede impactar negativamente en el bienestar y la seguridad financiera de estas personas en el futuro.

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Más de 58 mil habitantes de la región de Los Ríos trabajan de manera informal, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Lo que representa un riesgo para cada uno de ellos en caso de sufrir un accidente o enfermedad laboral.

La cifra corresponde al trimestre abril-junio del año 2024 y representa al 32,5% de la población que tiene algún tipo de trabajo remunerado en la región de Los Ríos.

En concreto, de acuerdo a la información registrada en el último Boletín de Informalidad Laboral, difundido por el INE, las personas ocupadas informales llegaron a 58.278 en dicho período, un 0,6% más bajo en comparación con el mismo periodo de 2023.

Los ocupados formales, por su parte, se estimaron en 121.191 personas, representando un aumento del 2,4%. Según sexo, la ocupación formal femenina aumentó en 4,6% y la masculina creció 0,8%.

Participación femenina en ocupación formal

Tras las cifras entregadas por el INE, la seremi de Economía, Alejandra Vásquez, destacó que el aumento de los ocupados formales, sobre todo por la participación femenina.

El informe del INE también da cuanta que la tasa de ocupación informal femenina registró un aumento del 3,6% y la masculina disminuyó un 3,7%.

Un ocupado informal corresponde a personas que trabajan de forma dependiente, pero sin acceso a seguridad social (salud y AFP) por su vínculo laboral.

También lo son aquellas que trabajan de manera independiente en una empresa, negocio o actividad que pertenece al sector informal. Los familiares no remunerados del hogar también se consideran personas ocupadas informales.

El problema de este tipo de empleos es que las personas que no cotizan en salud y en caso de sufrir un accidente o enfermedad laboral, tienen que costear con su bolsillo todos los gastos médicos o ponerse en la fila para recibir atención en un recinto de salud pública.

Y ante la falta de cotización en una AFP, estas personas no están acumulando dinero para sus respectivas pensiones y al momento de jubilar tendrán que conformarse con la Pensión Básica Garantizada otorgada con dineros del fisco de Chile.