Marzo de 2024, esa fue la fecha en que se abrió el concurso público para designar a la directora del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género en Los Ríos. Pese a que el proceso concluyó con una designación, sorpresivamente sólo duró dos días. Algo que generó polémica en la zona.
Fue el pasado viernes 2 de agosto cuando terminó la subrogancia de Paulina Taladriz, tras el nombramiento de la activista Isabel Amor, quien -recordemos- también fue directora ejecutiva de Fundación Iguales.
Amor se convirtió en la nueva directora del organismo, dependiente del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, tras encabezar la jefatura regional del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) en el Ñuble.
Pese a ser presentada un viernes, el mismo SernamEG confirmó una abrupta e inesperada salida el lunes siguiente. Esto, a través de un comunicado. Tras la salida, las críticas cruzadas han aumentado con el pasar de los días.
La “pérdida de confianza” de Amor en el SernamEG
Lunes 5 de agosto, 10:51 horas de la mañana. El SernamEG emitió una declaración pública en la que abordó los motivos de la revocación de la recién nombrada directora regional de Los Ríos.
“Este se encuentra estipulado en la normativa de ADP, que faculta la remoción por distintas causas, entre ellas, la pérdida de confianza”, indicaron. La versión no fue creíble para Amor, quien aseguró que otra por otra cosa: la condena de su padre, Manuel Amor Lillo.
En primer lugar, la activista cuestionó que le hayan ofrecido el trabajo -por el que dejó su empleo anterior- para pedirle la renuncia a sólo dos días de asumir. En sus palabras, la situación genera un “problema mayúsculo” para su familia. Acto seguido, dijo cuál sería la razón.
“Esto, sin duda, por tener un padre condenado por violaciones a DDHH. Esto lo sabían, yo se los dije. Está en internet también. Si no me querían podían habérmelo dicho antes, antes de decirme que el cargo era mío, antes de que yo presentara la renuncia al INDH, antes que me viniera a Valdivia”, profundizó en una publicación de Instagram.
Pero ¿quién es el padre de Amor? Se trata de Manuel Amor Lillo, quien fue condenado por su participación en el delito de secuestro calificado de Luis Alberto Corvalán Castillo, ingeniero agrónomo y militante de las juventudes comunistas. Esto, durante la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet.
La víctima también era hijo de Luis Corvalán Lepe, histórico líder del Partido Comunista en los tiempos de la Unidad Popular. Por este delito, Amor Lillo fue condenado en 2020 a 3 años y un día de presidio, en calidad de cómplice de delitos de lesa humanidad.
Ministra Orellana rompe el silencio tras polémica
Fue durante esta jornada que la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, rompió el silencio tras no haber abordado el tema. En concreto, a través de una carta enviada a El Mercurio.
En la misiva pública, la secretaria de Estado ratificó la polémica decisión de pedir la renuncia a Amor. Esto, dijo, luego de ver el borrador de una entrevista en la que la exdirectora del SernamEG.
Según dijo Orellana, el pasado 30 de julio, Isabel Amor “envió voluntariamente un borrador al equipo nacional de Sernameg al que recién se sumaba”.
A la vez, la ministra de la Mujer comentó que en dicha “se incluían declaraciones respecto de delitos de lesa humanidad que, comprensibles para una hija, no lo son para una autoridad pública”. Igualmente, denunció que lo publicado fue editado “una semana después” de removerla.
En dicha entrevista, Amor abordó el fallo entregado por la Corte Suprema en la que se confirmó la condena de nueve militares, entre ellos su padre. Según dijo la exdirectora del SernamEG, dicho documento le ayudó a “entender qué paso, quiénes estuvieron involucrados y en qué medida”.
Posteriormente, en un punto de prensa, la secretaria de Estado reiteró que las razones “no tienen que ver con su persona en términos familiares (…) hay una serie de comentarios inadecuados en conjunto con el equipo”.
Reiterando que “es por la pérdida de confianza en que, a partir de variados hechos, entre ellos una intervención muy desafortunada junto al equipo (…) una pérdida de confianza respecto a que vaya a poder cumplir con ese estándar que requiere la función pública”.
“Aparentemente saben de feminismo, pero no de Derechos Humanos”
Este jueves, en conversación con Radio Infinita, Isabel Amor sostuvo que en la entrevista “habló de ser defensora de Derechos Humanos y al mismo tiempo hija de un condenado por crímenes vinculados a la dictadura”.
“Me preguntan si le creo a mi padre y yo digo que sí le creo”, pues “lo que dice la justicia y lo que dice mi padre es exactamente lo mismo (…) acá pareciera ser un problema de lectura” y “acá la gente no leyó bien”, dijo.
A la vez, Amor confirmó que advirtió sobre la condena de su padre. En cuanto a lo dicho por la ministra Orellana, “creo que es ponerme mucho peso y mucha responsabilidad respecto a algo que yo no he hecho”.
“(…) Honestamente yo creo que es evidente que la ministra no puede salir diciendo que esto es una persecución política, se pasaría de pava, pero es cosa de ver los hechos para entender que esto es una persecución política, es discriminación”, comentó al mismo medio antes citado.
A su juicio, “se podría haber manejado de una manera muy distinta y que no lo hicieron así, esto creció y yo creo que creyeron que pudieron ‘poner la pata encima’ y que no iba a pasar nada”.
“Acá se tiene que hacer justicia respecto a mi caso, posiblemente hay gente que tiene que pagar por su cargo por su error comunicacional, por poner al gobierno en esta situación de autogol absolutamente gratuito”, añadió.
Finalmente, Amor aseguró que se sintió discriminada y que “el INDH, Consuelo Contreras, tuvo los cojones de decir que esto es discriminación (…) es algo que ni la ministra Orellana, ni Priscilla Carrasco manejan porque aparentemente saben de feminismo, pero no de Derechos Humanos”.