Pese a tener cuatro costillas fracturadas, el trabajador que cayó de un camión que recolecta la basura de Valdivia -en la región de Los Ríos– tuvo que volver a trabajar. Según su esposa, el hombre decidió no iniciar acciones legales por temor a ser despedido.

Aun con dolores se encuentra el trabajador que cayó de un camión en movimiento el pasado 23 de abril, en la esquina de las avenidas Picarte y Mackenna.

Se trata de Segundo Colipí Coronado, peoneta de uno de los camiones que recolectan la basura de la capital regional, quien terminó con cuatro costillas fracturadas tras caer del vehículo que iba desde la pérgola de las flores hacia el sector Corvi.

Según su propio testimonio, él iba parado en la parte trasera del camión cuando el vehículo giró a la izquierda, muy cerca de la solera. En ese momento chocó con un poste de fierro que pertenece al alumbrado público y salió eyectado por aproximadamente 3 metros, quedando inconsciente.

Tras ser trasladado al hospital y posteriormente a la clínica, se comprobó que tenía diversas contusiones y fracturas.

Dos meses han pasado del hecho y la semana pasada el Seremi del Trabajo confirmó que no hubo sanciones a la empresa empleadora, porque mantienen toda la documentación y capacitaciones al día. Además, la autoridad mencionó que tanto la mutualidad como la Dirección del Trabajo determinaron que no se trataba de un accidente grave.

Lo anterior molestó profundamente a la esposa del trabajador, Jacqueline Santibáñez, quien cuestionó los dichos de la autoridad de gobierno.

Santibáñez cuestionó que, a solo meses de la caída, su esposo tuvo que volver a trabajar como si nada hubiese ocurrido… Corriendo todo el día, haciendo fuerza, subiendo y bajando del camión, soportando los dolores.

“Lo mandaron al mismo camión y con el mismo chófer, recolectando basura”, lamentó y criticó la mujer.

Acusa nulo apoyo para familia

Según la mujer, hace varios días fueron visitados por las autoridades e incluso les ofrecieron ayuda en mercadería y leña, pero solo quedó en palabras, hasta el momento no ha llegado nada de lo comprometido.

Además, mencionó que Segundo Colipí optó por no iniciar acciones legales contra la empresa o contra la Municipalidad por temor a ser despedido, ya que su contrato a plazo fijo vence en agosto y espera que se lo renueven.

El trabajador lleva 30 años recolectando la basura de la capital regional y en todo ese tiempo ha protagonizado tres accidentes.

En una ocasión quedó aplastado bajo un contenedor con desechos de pescado, tan pesado que sus compañeros de trabajo no lo pudieron sacar, viéndose obligados a detener un microbús de la línea 20 para que el chofer y los pasajeros lo ayuden a salir.

En otra oportunidad, la pala que comprime la basura al interior del camión recolector aprisionó su pie, provocando la amputación de uno de sus dedos.

Según la familia, en ninguno de estos casos ha recibido alguna indemnización.