Parlamentarios cuestionaron la querella que anunció el Gobierno por la fábrica clandestina de armas desmantelada en Panguipulli, catalogando el hecho como “escandaloso”, puesto que daría cuenta de una organización criminal más grande operando en la región de Los Ríos.

Por cerca de un año se extendió la investigación que dio con la ubicación de un inmueble de dos pisos ubicado en la localidad de Liquiñe, en plena zona precordillerana.

En dicho lugar, se encontraron herramientas dedicadas a confeccionar armas de fuego como pistolas y escopetas, además de municiones de distinto calibre e inhibidores de señal, un visor nocturno, vestimenta táctica; entre otros elementos.

Un caso que generó reacciones en el Congreso Nacional, desde donde expresaron su preocupación por la presencia de esta armería clandestina.

El presidente de la Comisión de Seguridad del Senado, Iván Flores, indicó que al encontrar esta fábrica se comprueba que en la región estaría operando una organización criminal más grande.

Mientras que el diputado del Partido Socialista e integrante de la Comisión de Justicia, Marcos Ilabaca, catalogó el hecho como “escandaloso”.

Desde la Delegación Presidencial de Los Ríos confirmaron que presentarán una querella una vez se tengan todos los antecedentes de la investigación.

Una acción legal que fue cuestionada por ambos parlamentarios, asegurando que no ayudan a solucionar el problema de seguridad y esperan más recursos para potenciar el trabajo de las policías.

Radio Bío Bío se contactó con el alcalde de Panguipulli, Pedro Burgos, para conocer su postura en torno al tema, declinando referirse hasta tener todos los antecedentes del caso.

Mientras tanto, pese a lo incautado no se logró detener a quienes estarían detrás de esta fábrica clandestina que fue encontrada en Liquiñe, lo que continuará siendo materia de investigación por parte de la Fiscalía y la Policía de Investigaciones.