Científicos de la Universidad Austral de Chile, proyectan que la depredación de lobos marinos a cisnes de cuello negro en el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter continuarán en todo este 2020.

Lo anterior, tras detectarse por primera vez ataques ocurridos en enero, los que son más agresivos y de manera inédita, sumado a que los huevos y polluelos comienzan a ser devorados.

El equipo científico de la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile, sobre la base de datos levantados en monitoreos mensuales que van de 2018 a la fecha, identificaron que la depredación fue detectada en julio de ese año, sin haber casos entre enero y mayo de 2019.

Desde ahí hasta ahora, los ataque se han mantenido, con 11 casos en el primer mes de este 2020.

Así lo confirmó en exclusiva a Radio Bío Bío, el ecólogo marino, doctor Eduardo Jaramillo, quien dijo que en los ataques registrados en el último tiempo se ha evidenciado mayor agresividad, añadiendo que si estos hechos siguen en verano, lo cual no se había visto antes, seguirán todo el año.

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A su vez, apuntó que los cisnes se trasladan a determinadas áreas del santuario ante la llegada de lobos de mar, abandonado las zonas donde anidan, detectando -de forma inédita- que los polluelos también han comenzado a ser devorados.

Hasta ahora, tanto la seremi de Agricultura como el Servicio Nacional de Pesca han detenido cualquier acción, manteniéndose de momento sólo con monitoreos.

Los lobos marinos juveniles o sub adultos que se introducen al humedal del río Cruces son una amenaza a la estabilidad de los cisnes de cuello negro, según sostuvo el científico.